Frases de Adela Florence Nicolson

A menudo, la devoción a la virtud surge del deseo saciado.

Los hombres deben ser juzgados no por su tono de la piel, los dioses que sirven, la vendimia que beben, ni por su forma de luchar, o el amor, o el pecado sino por la calidad del pensamiento que piensan.

Manos pálidas que amaba al lado del Shalimar, ¿dónde estás ahora? ¿Quién se encuentra debajo de tu hechizo?