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Frases de Amelia Barr

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Este mundo se ejecuta con demasiado apretada rienda para la suerte de intervenir. Fortune vende sus mercancías; ella nunca les da. En una u otra forma, tenemos que pagar por sus favores, o nos vamos con las manos vacías.

Frase de Suerte | Amelia Barr

Pero el poder del amante es el poder del poeta. Se puede hacer el amor de todas las cadenas comunes con las que este mundo está cordaje.

Frase de Poder | Amelia Barr

Se trata de pequeños hombres saben de las mujeres, sus sonrisas y sus lágrimas por igual son rara vez son lo que parecen.

Frase de Mujeres | Amelia Barr

Eventos que están predestinados requieren poco manejo. Se las arreglan ellos mismos. Se deslizan en su lugar mientras dormimos, y de repente somos conscientes de que lo que tememos a intentar, ya está cumplida.

Frase de Miedo | Amelia Barr

Cuando los hombres se hacen a sí mismos en los brutos es sólo para tratarlos como bestias.

Frase de Hombres | Amelia Barr

El destino del amor es que siempre parece demasiado poco o demasiado.

Frase de Destino | Amelia Barr

Pero ¿qué sabemos del corazón más cercana a la nuestra? ¿Qué sabemos de nuestro propio corazón?

Frase de Corazón | Amelia Barr

Las relaciones humanas se basan en sentimientos, no en la razón o conocimiento. Y el sentimiento no es una ciencia exacta, como todas las cualidades espirituales, tiene la vaguedad de la grandeza de ello.

Frase de Ciencia | Amelia Barr

Aunque los científicos digan otra cosa, si quitamos lo sobrenatural de la vida, dejamos sólo lo no natural.

Frase de Vida | Amelia Barr

No hay rincón muy tranquilo, o demasiado lejos, para que una mujer tome la tristeza en él.

Frase de Tristeza | Amelia Barr

Cuando los hombres se hacen los brutos es sólo para que los tratemos como bestias.

Frase de Hombres | Amelia Barr

La vejez es el veredicto de la vida.

Frase de Vejez | Amelia Barr

Pero el poder del amante es el poder del poeta. Podemos hacer el amor de todas las cadenas comunes con los que se encadenan en este mundo.

Frase de Amor | Amelia Barr

Pero, ¿qué sabemos del corazón más cerano al nuestro? ¿Qué sabemos de nuestro propio corazón?

Frase de Corazón | Amelia Barr

Lo inevitable siempre me ha encontrado preparado y lleno de esperanza.

Frase de Esperanza | Amelia Barr

La gran diferencia entre los viajes no recae en los barcos, sino con la gente que te encuentras en ellos.

Frases Bonitas | Amelia Barr

Ese es el gran error acerca de los afectos. No es el auge y caída de los imperios, el nacimiento y la muerte de los reyes, o la marcha de los ejércitos que se mueven la mayoría de ellos. Cuando contestan desde sus profundidades, es la alegría interna y las tragedias de la vida.

Frase de Alegría | Amelia Barr

Los eventos están predestinados pero requieren poco manejo. Ellos mismos se pueden administrar. Se deslizan en su lugar mientras dormimos, y de repente nos damos cuenta de que lo que tememos a la tentativa, ya está cumplido.

Frase de Destino | Amelia Barr

Los pequeños hombres saben de las mujeres; sus sonrisas y sus lágrimas por igual rara vez son lo que parecen.

Frase de Mujeres | Amelia Barr

El destino del amor es que siempre parece o demasiado o demasiado poco.

Frase de Amor | Amelia Barr

Siempre es lo simple que produce lo maravilloso.

Frases Maravillosas | Amelia Barr

Todos los cambios están más o menos teñidos de melancolía, porque lo que dejamos atrás es parte de nosotros mismos.

Frases Célebres | Amelia Barr

Es solamente en la tristeza que el mal tiempo nos domina; en la alegría nos enfrentamos a la tormenta y la desafiamos.

Frase de Tristeza | Amelia Barr

Amelia Barr

Amelia Barr
Novelista que nació en Inglaterra.

Nació el 29 de marzo de 1831.
Murió el 10 de marzo de 1919. (87 años)

Amelia Barr, de nacimiento Amelia Edith Huddleston Barr, nació en Ulverston. En 1850 se casó con William Barr, y cuatro años más tarde ellos migraron hacía Estados Unidos y se instalaron en Galveston, donde su marido y tres de sus seis hijos murieron a causa de la fiebre amarilla de 1867. Con sus tres hijos restantes, se mudaron a Ridgewood. Allí se hizo tutora de 3 hijos de un ciudadano importante, William Libby, y abrió una pequeña escuela de casa.

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