Frases de Baltasar Gracián

Por grande que sea el puesto, ha de mostrar que es mayor la persona.

Lo bueno, si breve, dos veces bueno.

Pon un gramo de audacia en todo lo que hagas.

Es desgracia habitual en los ineptos la de engañarse al elegir profesión, al elegir amigos y al elegir casa.

Más vale un grano de cordura que arrobas de sutileza.

Varón prevenido de cordura no será combatido de impertinencia.

Ciencia sin seso, locura doble.

A los veinte años un hombre es un pavo real; a los treinta, un león; a los cuarenta, un camello; a los cincuenta, una serpiente; a los sesenta, un perro; a los setenta, un mono; a los ochenta, nada.

La muerte para los jóvenes es naufragio y para los viejos es llegar a puerto.

Una mujer debe romper el espejo antes de tiempo.

Fortune le paga a veces por la intensidad de sus favores por la brevedad de su duración. Ella pronto se cansa de llevar a cualquiera a largo sobre los hombros.

Es bueno variar para que pueda frustrar la curiosidad, sobre todo a los que te envidian.

Evidentemente, la vida es sólo un continuo proceso de deterioro.

La vida consiste en la comprensión de la verdad.

Deberíamos vivir tantas veces como los árboles, que pasado un año malo echan nuevas hojas y vuelven a empezar.

Son los ímpetus de las pasiones deslizadores de la cordura, y allí es el riesgo de perderse.

El más poderoso hechizo para ser amado es amar.

No hay en el mundo señorío como la libertad del corazón.

Cada uno muestra lo que es en los amigos que tiene.

El trabajo es el precio que se paga por la reputación.

Es una gran pieza de la habilidad de saber cómo guiar a su suerte aún a la espera de ella.

La suerte puede ser asistido. No todo es fortuito con los sabios.

Los sueños se llevará a ninguna parte, una buena patada en el trasero que le llevará un largo camino.

Y el que no tiene poder de la paciencia retirarse dentro de sí mismo, aunque aún no tendrá que aguantar a sí mismo.

Hay que pasar a través de la circunferencia de tiempo antes de llegar al centro de la oportunidad.