Frases de Friedrich Hebbel

El asunto es el problema; la forma, la solución.

Hay velas que lo alumbran todo, menos su propio candelabro.

Los ojos son el punto donde se mezclan alma y cuerpo.

Debemos obrar, no para ir contra el destino, sino para ir delante de él.

Te conocerás a ti mismo en cuanto empieces a descubrir en ti defectos que los demás no te han descubierto.

Las coronas de laurel son arrebatadas por un soplo de brisa; contra las coronas de espinas, nada puede la tempestad.

A menudo se echa en cara a la juventud el creer que el mundo comienza con ella. Cierto, pero la vejez cree aún más a menudo que el mundo acaba con ella. ¿Qué es peor?

Un prisionero es un predicador de libertad.

Nuestras virtudes son, a menudo, hijas bastardas de nuestros vicios.

Hay personas que se consolarían hasta del fin del mundo, con tal de que ellas lo hubiesen anunciado.

No honres con tu odio a quien no podrías honrar con tu amor.

Las gentes virtuosas desacreditan la virtud.

Gran parte de las experiencias que he hecho sobre mí mismo las hice observando las particularidades de los demás.

La vida es un naufragio en el que, a última hora, sólo se salva el barco.