El renombre y el reposo no compaginan.
Frases con doble sentido | Georg Christoph Lichtenberg
Todo el mundo admite que las historias obscenas que uno mismo escribe, distan de tener un efecto tan peligroso como las escritas por otros.
Frases con doble sentido | Georg Christoph Lichtenberg
A la gloria de los más famosos se adscribe siempre algo de la miopía de los admiradores.
Frases con doble sentido | Georg Christoph Lichtenberg
Nada nos hace envejecer con más rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos.
Frases que llegan al corazón | Georg Christoph Lichtenberg
Los santos esculpidos han ejercido en el mundo mucha mayor influencia que los vivos.
Frases Emotivas | Georg Christoph Lichtenberg
Una nación que quiere agradar a todos, puede ser despreciada por todos.
Frases Emotivas | Georg Christoph Lichtenberg
Ciertos hombres de mal corazón creen reconciliarse con el cielo cuando dan una limosna.
Frases Buenas | Georg Christoph Lichtenberg
Nada revela mejor el carácter de los hombres que una burla tomada a mal.
Frases Buenas | Georg Christoph Lichtenberg
Hay gente que cree que todo cuanto se hace poniendo cara seria es razonable.
Frases Buenas | Georg Christoph Lichtenberg
La mosca que no quiere ser cazada está más segura cuando se posa en el cazamoscas.
Frases Buenas | Georg Christoph Lichtenberg
Concede a tu espíritu el hábito de la duda, y a tu corazón, el de la tolerancia.
Frases Buenas | Georg Christoph Lichtenberg
Intentar modificar el carácter de un hombre es como tratar de enseñar a una oveja a tirar de un carro.
Frases Buenas | Georg Christoph Lichtenberg
La inflación es como el pecado; cada gobierno la denuncia, pero cada gobierno la practica.
Frases Buenas | Georg Christoph Lichtenberg
Por lo menos una vez al año todo el mundo es un genio.
Frases Buenas | Georg Christoph Lichtenberg
El amor es ciego, pero el matrimonio le restaura la vista.
Frase de Matrimonio | Georg Christoph Lichtenberg
El matrimonio, al contrario de la fiebre, comienza con calor y termina con frío.
Frase de Matrimonio | Georg Christoph Lichtenberg