Frases de Karl Marx

Los desposeídos tienen un mundo que ganar.

El motor de la historia es la lucha de clases.

El ejecutivo del Estado moderno no es otra cosa que un comité de administración de los negocios de la burguesía.

El obrero tiene más necesidad de respeto que de pan.

El progreso social puede ser medido por la posición social del sexo femenino.

Los seres humanos hacen su propia historia, aunque bajo circunstancias influidas por el pasado.

El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra.

Nadie combate la libertad; a lo sumo combate la libertad de los demás. La libertad ha existido siempre, pero unas veces como privilegio de algunos, otras veces como derecho de todos.

La desvalorización del mundo humano crece en razón directa de la valorización del mundo de las cosas.

El hombre es el ser supremo para el hombre.

Nada puede tener un valor sin ser un objeto de utilidad.

No hay que decir que la hora de un hombre es digno de hora de otro hombre, sino más bien que un hombre durante una hora vale tanto como otro hombre durante una hora. Tiempo lo es todo, el hombre no es nada: él está en el canal más de tiempo.

El capital es imprudente de la salud o la duración de la vida del trabajador, a menos que por obligación de la sociedad.

La producción capitalista, por lo tanto, se desarrolla la tecnología, y la combinación de conjunto de varios procesos en un todo social, sólo minando las fuentes originales de toda riqueza - la tierra y el hombre.

La religión es el opio de las masas.

El trabajador del mundo no tiene nada que perder, salvo sus cadenas, los trabajadores del mundo, uníos.

Trabajadores del mundo, uníos, no tienes nada que perder más que sus cadenas.

Las ideas dominantes de cada época han sido siempre las ideas de la clase dominante.

No es la historia la que usa a los hombres como un medio de lograr - como si se tratara de una persona individual - sus propios fines. La historia es más que la actividad de los hombres en la consecución de sus fines.

Historia no hace nada, no posee inmensas riquezas, que no pelea las batallas. Son los hombres, reales, vivientes, que hacen todo esto.

La historia se repite, primero como tragedia, la segunda como farsa.

La filosofía griega parece haber encontrado con algo con lo que una buena tragedia no se supone que debe cumplir, es decir, un final mate.

El primer requisito para la felicidad de la gente es la abolición de la religión.

El capital es el dinero, el capital es commodities. En virtud de él que es el valor, que ha adquirido la capacidad oculta de agregar valor a sí mismo. Se da a luz crías vivas, o, por lo menos, los huevos de oro.

Hay un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo.