Frases de Lord Byron

Apenas son suficientes mil años para formar un Estado; pero puede bastar una hora para reducirlo a polvo.

Jamás mueren en vano los que mueren por una causa grande.

Sólo salgo para renovar la necesidad de estar solo.

No hay cosa más incierta que el numero de años de las señoras que se dicen de cierta edad.

La consecuencia de no pertenecer a ningún partido será que los molestaré a todos.

El que no ama su patria no puede amar nada.

Cuanto más conozco a los hombres, menos los quiero; si pudiese decir otro tanto de las mujeres me iría mucho mejor.

El mundo no puede dar alegrías tan grandes como son las que quita.

Siempre se interpone algo entre nosotros y lo que creemos que es nuestra felicidad.

El que cae desde una dicha bien cumplida, poco le importa cuán hondo sea el abismo.

La experiencia es el primero de los filósofos, pero el más doloroso cuando hemos llegado a conocer bien su ciencia.

El mismo placer es un moralista mucho más severo que toda la sabiduría de los sabios.

La sangre sirve sólo para lavar las manos de la ambición.

Porque en sí mismo un pensamiento, un pensamiento dormido, es capaz de año, y cuaja una larga vida en una hora.

Una mujer nunca debe ser visto comer o beber, a menos que se trate de ensalada de langosta y champán, el único y verdadero femenina y viandas convertirse.

El cardenal está al final de su ingenio - es cierto que no tenía que ir muy lejos.

Vale más vivir y morir de una vez, que no languidecer cada día en nuestra habitación bajo el pretexto de preservarnos.

El amor del hombre es algo aparte en su vida, mientras que el de la mujer es su existencia entera.

El amor encontrará su camino, incluso a través de lugares donde ni los lobos se atreverían a entrar.

Cuando la edad enfría la sangre y los placeres son cosa del pasado, el recuerdo más querido sigue siendo el último, y nuestra evocación más dulce, la del primer beso.

El matrimonio es al amor lo que el vinagre al vino. El tiempo hace que pierda su primer sabor.

Es fácil morir por una mujer; lo difícil es vivir con ella.

Nunca aconsejéis a un hombre que desconfíe de una mujer con la que ya esté casado. Es demasiado tarde para él.

En Inglaterra, el único homenaje que pagan a la virtud - es la hipocresía.

¡Sé tú el arco iris en las tormentas de la vida. El rayo de la tarde que sonríe con las nubes de distancia, y tintes de mañana con rayos profética.