Frases de Montesquieu

La adversidad es nuestra madre; la prosperidad sólo es nuestra madrastra.

Quisiera abolir las pompas fúnebres. Hay que llorar a los hombres cuando nacen y no ya cuando mueren.

Cuando nacen las sociedades, los jefes de un Estado son los que dan a éste su carácter especial. Después, este carácter especial es el que forma a los jefes de Estado.

Las cabezas de los hombres más grandes se achican cuando se reúnen, y allí donde hay más cuerdos es también donde hay menos cordura.

Los malos ejemplos son más dañinos que los crímenes.

Cuando la muerte ha igualado las fortunas, las pompas fúnebres no deberían diferenciarlas.

La descomposición de todo gobierno comienza por la decadencia de los principio sobre los cuales fué fundado.

Aquí un marido que ama a su mujer es un hombre que no tiene el mérito suficiente para hacerse amar por otra.

Una injusticia hecha al individuo es una amenaza hecha a toda la sociedad.

La mayor parte de los hombres son capaces más bien de grandes acciones que de buenas acciones.

No hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo el calor de la justicia.

Cuando se busca tanto el modo de hacerse temer se encuentra siempre primero el de hacerse odiar.

El lujo está siempre en proporción con el desnivel de las fortunas.

Más Estados han perecido por la depravación de las costumbres que por la violación de las leyes.

La ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie.

Para que no se pueda abusar del poder, es preciso que el poder detenga al poder.

En el derecho público el acto de justicia más severo es la guerra, porque puede tener por efecto la destrucción de la sociedad.

La religión cristiana, que parece no tiene por objeto más que la felicidad de la otra vida, nos hace también dichosos en ésta.

Cuando un gobierno dura mucho tiempo se descompone poco a poco y sin notarlo.

Feliz el pueblo cuya historia se lee con aburrimiento.

Las costumbres hacen las leyes, las mujeres hacen las costumbres; las mujeres, pues, hacen las leyes.

Las leyes inútiles debilitan a las necesarias.

El deporte gusta porque halaga la avaricia, es decir, la esperanza de poseer más.

La libertad consiste en poder hacer lo que se debe hacer.

Los países no están cultivados en razón de su fertilidad, sino en razón de su libertad.