Frases de Paul Valery

Las obras no se acaban, se abandonan.

Un hombre competente es un hombre que se equivoca según las reglas.

En toda discusión, no es una tesis la que se defiende sino a uno mismo.

Hay que ser ligero como el ave, y no como la pluma.

Lo que no se parece a nada no existe.

El gusto está hecho de mil repulsiones.

Un hombre solo está siempre en mala compañía.

Cuando alguien te lame las suelas de los zapatos, colócale el pie encima antes de que comience a morderte.

Lo que ha sido creído por todos siempre y en todas partes, tiene todas las posibilidades de ser falso.

Cuando conseguimos nuestro objetivo creemos que el camino fue bueno.

El problema de nuestros tiempos es que el futuro ya no es lo que era.

La historia es la ciencia de lo que nunca sucede dos veces.

La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen, para provecho de gentes que si se conocen pero que no se masacran.

La política es el arte de impedir que la gente se entrometa en lo que le atañe.

Todos nuestros enemigos son mortales.

La esperanza nos sostiene, pero como sobre una cuerda tirante.

Nuestros pensamientos más importantes son los que contradicen nuestros sentimientos.

Lo más profundo del hombre es su piel.

Todo hombre lleva en sí un dictador y un anarquista.

Largos años deben pasar antes de que las verdades que hemos hecho para nosotros mismos se convierten en nuestra propia carne.

Un hombre es infinitamente más complicado que sus pensamientos.

Para escribir versos regulares destruye un número infinito de posibilidades finas, pero al mismo tiempo que sugiere una multitud de pensamientos distantes y totalmente inesperado.

El universo está construido sobre un plan de la profunda simetría que es de alguna manera presente en la estructura interna de nuestro intelecto.

La mejor manera de hacer sus sueños realidad es despertar.

Verdaderos secretos de un hombre son más secreto de sí mismo de lo que son para los demás.