Frases de Proverbio chino

Un pájaro no canta porque tenga una respuesta. Canta porque tiene una canción.

Es fácil esquivar la lanza, mas no el puñal oculto.

Todos los ríos van al mar, pero el mar no se desborda.

Jamás se desvía uno tan lejos como cuando cree conocer el camino.

La puerta mejor cerrada es aquella que puede dejarse abierta.

El momento elegido por el azar vale siempre más que el momento elegido por nosotros mismos.

Antes de iniciar la labor de cambiar el mundo, da tres vueltas por tu propia casa.

El que se pone de puntillas no puede sostenerse derecho.

La lengua resiste porque es blanda; los dientes ceden porque son duros.

Cada paso que da el zorro le acerca más a la peletería.

Si no quieres que se sepa, no lo hagas.

Es más fácil variar el curso de un río que el carácter de un hombre.

Todos los hombres son sabios; unos antes, los otros, después.

La gente se arregla todos los días el cabello. ¿Por qué no el corazón?

Si te caes siete veces, levántate ocho.

Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos.

El sabio puede sentarse en un hormiguero, pero sólo el necio se queda sentado en él.

No puedes evitar que el pájaro de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero sí puedes evitar que anide en tu cabellera.

Cuando te inunde una enorme alegría, no prometas nada a nadie. Cuando te domine un gran enojo, no contestes ninguna carta.

El trabajo del pensamiento se parece a la perforación de un pozo: el agua es turbia al principio, mas luego se clarifica.

Si quieres que algo se haga, encárgaselo a una persona ocupada.

Nunca se pierden los años que se quita una mujer, van a parar a cualquiera de sus amigas.

Cuando bebas agua, recuerda la fuente.