Frases de Rabindranath Tagore

Llevo en mi mundo que florece todos los mundos que han fracasado.

La patria no es la tierra. Sin embargo, los hombres que la tierra nutre son la patria.

Leemos mal el mundo, y decimos luego que nos engaña.

Qué pequeña eres brizna de hierba. Sí, pero tengo toda la Tierra a mis pies.

Si cerráis la puerta a todos los errores, también la verdad se quedará fuera.

Tú no ves lo que eres, sino su sombra.

La tierra es insultada y ofrece sus flores como respuesta.

Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas.

Déjame sólo un poco de mí mismo para que pueda llamarte mi todo.

¡He perdido mi gotita de rocío!, dice la flor al cielo del amanecer, que ha perdido todas sus estrellas.

El bosque sería muy triste si sólo cantaran los pájaros que mejor lo hacen.

Cada niño que viene al mundo nos dice: Dios aún espera del hombre.

No hay más que una historia: La historia del hombre. Todas las historias nacionales no son más que capítulos de la mayor.

Agradezco no ser una de las ruedas del poder, sino una de las criaturas que son aplastadas por ellas.

No es tarea fácil dirigir a hombres; empujarlos, en cambio, es muy sencillo.

El hombre se adentra en la multitud por ahogar el clamor de su propio silencio.

Sólo yo tengo el derecho de corregir, pues sólo puede castigar quien ama.

Los hombres son crueles, pero el hombre es bueno.

Cada criatura, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios todavía no pierde la esperanza en los hombres.

Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que paciente la sostiene.

La fe engaña a los hombres, pero da brillo a la mirada.

El pájaro quisiera ser nube; la nube, pájaro.

Engarza en oro las alas del pájaro y nunca más volará al cielo.

Aunque le arranques los pétalos, no quitarás su belleza a la flor.

Las palabras van al corazón, cuando han salido del corazón.