Frases de Séneca

Las obras se tienen medio terminadas cuando se han comenzado bien.

Seas parco en elogiar, y más parco todavía en vituperar.

Ningún descubrimiento se haría ya si nos contentásemos con lo que sabemos.

No he nacido para sólo un rincón, mi patria es todo el mundo.

La adversidad es ocasión de virtud.

No hay, en mi dictamen, hombre que aprecie más la virtud y la siga con más gusto, que el que por no hacer traición a su conciencia, ha perdido la reputacion de hombre de bien.

La conversación es la expresión de nuestro modo de pensar.

Viven más contentos aquellos en quienes jamás puso los ojos la fortuna, que los otros de quienes los apartó.

La armonía total de este mundo está formada por una natural aglomeración de discordancias.

Toda la armonía total de este mundo está formada de discordancias.

Es rey quien nada teme, es rey quien nada desea; y todos podemos darnos ese reino.

La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo.

A los que corren en un laberinto, su misma velocidad los confunde.

Este día que tanto temes por ser el último, es la aurora del día eterno.

Ninguno ama a su patria porque es grande, sino porque es suya.

Desdichado es el que por tal se tiene.

Escucha aún a los pequeños, porque nada es despreciable en ellos.

No hay viento favorable para el que no sabe donde va.

En la adversidad conviene muchas veces tomar un camino atrevido.

La recompensa de una buena acción está en haberla hecho.

Cuanto mayor es la prosperidad tanto menor se debe confiar en ella.

El favor consiste no en lo que se hace o se da, sino en el ánimo con que se da o se hace.

Nuestra naturaleza está en la acción. El reposo presagia la muerte.

Considera las contrariedades como un ejercicio.

Merece salir engañado el que al hacer un beneficio, cuente con la recompensa.