Frases de Thomas Fuller

La acción es el fruto propio del conocimiento.

Los vicios se aprenden sin maestro.

Acusar a la maldad de los tiempos es excusarnos a nosotros mismos.

La desesperación infunde valor al cobarde.

Si no tienes enemigos es señal que la fortuna te ha olvidado.

Todo es muy difícil antes de ser sencillo.

Acepto el fraude en el precio, pero nunca en la calidad.

El buen arquero no es juzgado por sus flechas, sino por su puntería.

Con los zorros hay que ser un poco zorro.

El hombre honesto no teme la luz ni la oscuridad.

Los médicos como la cerveza, mejor cuanto más viejos.

Memoria depende en gran medida de la claridad, la regularidad y el orden de nuestros pensamientos. Muchos se quejan de la falta de memoria, cuando el defecto está en el juicio, y otros, por aferrarse a todo, conservan nada.

La vida exige a todo individuo una contribución y depende del individuo descubrir en qué consiste.

No acometas obra alguna con la furia de la pasión: equivale a hacerse a la mar en plena borrasca.

Es amigo mío aquel que me socorre, no el que me compadece.

Un regalo, con un rostro amable, es un doble regalo.

Todas las cosas son difíciles antes de ser fácil.

Cuidado y diligencia traer suerte.

El que espera un tipo de sociedad a prosperar en el grado más alto, mientras que el otro está en peligro, ya sea trate de un lado, de la cara puede sonreír mientras que el otro queda aprisionada.

La salud no se valora hasta que la enfermedad viene.

Mil debe ser agradable, incluso a la superstición, de acuerdo a tus promesas, y por lo tanto igualmente cautelosos en su elaboración.

No deje que su voluntad rugido cuando su energía sólo susurros.

El que no puede perdonar a los demás rompe el puente por el que debe pasar a sí mismo, porque todo hombre tiene necesidad de ser perdonados.

El que cae en el pecado es un hombre, que se aflige en él, es un santo, que se jacta de ello, es un demonio.

Es una locura para las ovejas para hablar de paz con un lobo.