Durante la mayor parte de mi infancia visité la biblioteca local tres o cuatro veces a la semana, encorvándose en las pilas en un taburete de goma espuma y devorando la ficción para niños, clásicos, novelas escandalosas, horror y ciencia ficción, libros sobre cine y origami y historia natural, hasta el punto en que mis padres me animaron a leer un poco menos.
Frase de Cine | David Nicholls