La idea de que las naciones deben amarse unos a otras, o que los intereses comerciales o juntas de comercialización deben amarse unos a otros, o que un hombre en Portugal debe amar a un hombre en el Perú, del cual él nunca ha escuchado - es absurda, irreal y peligroso. El hecho es que sólo podemos amar lo que conocemos personalmente. Y no podemos saber mucho.
Frase de Amor | E. M. Forster