Caen en la trampa de creer que el estado es también necesario para proteger a los indefensos, pobres y desvalidos (sean “pequeños” accionistas, consumidores de a pie, trabajadores, etc.) sin entender que las supuestas medidas de protección sistemáticamente tienen el efecto, como demuestra la teoría económica, de perjudicar en cada caso precisamente a aquellos a los que se dice proteger, por lo que desaparece también una de las más burdas y manidas justificaciones de la existencia del estado.
Frase de Política | Jesús Huerta de Soto