El orgullo es la respuesta a la capacidad personal de alcanzar valores, el placer que se obtiene de la propia eficacia. Y es eso lo que los místicos consideran malvado. Pero si el estado moral adecuado para el hombre es la duda, la inseguridad, el miedo, y no la confianza, la seguridad en sí mismo y la autoestima; si su meta ha de ser el sentimiento de culpa en lugar del orgullo, entonces su ideal moral es una mente enferma y los
neuróticos y psicópatas son los máximos exponentes de la moral, mientras que los que piensan y los que logran sus objetivos son los pecadores, aquellos demasiado corruptos y arrogantes para encontrar la virtud y el bienestar psicológico en la creencia de que son inadecuados para existir. La humildad es, necesariamente, la virtud básica de una moralidad mística, la única posible para quienes han renunciado a la mente. El orgullo debe ser ganado; es la recompensa al esfuerzo y al logro. Pero para alcanzar la virtud de la humildad sólo es necesario abstenerse de pensar; no se requiere otra cosa, y uno no tardará en sentirse humilde.
Frase de Orgullo | Nathaniel Branden