Los tiempos han sido difíciles, la economía ha sido duro. Pero quiero adelantar un manifiesto fantástico para tomar los delanteros de la ciudad.
La vida humana se parece a un camino cuya salida es un precipicio horroroso; nos advierten de ello desde los primeros pasos; pero el decreto está ya pronunciado: es preciso adelantar siempre sin poder retroceder.