El proverbio advierte que "No se debe morder la mano que te da de comer." Pero tal vez lo que debe, si se le impide alimentarse.
Hay una diferencia entre la belleza y el encanto. Una mujer hermosa es que yo noto. Una encantadora mujer es quien me advierte.
Proverbios a menudo se contradicen entre sí, como cualquier lector descubre pronto. La sagacidad que nos aconseja mirar antes de saltar nos advierte rápidamente que si dudamos estamos perdidos, que la ausencia hace crecer el cariño, pero fuera de la vista, fuera de la mente.
La historia nos advierte que es el destino habitual de las nuevas verdades comenzar como herejías y terminar como supersticiones.
La historia nos enseña que la unión hace la fuerza, y nos advierte de sumergirse y superar nuestras diferencias en la búsqueda de objetivos comunes, para luchar con todas nuestras fuerzas combinadas, para el camino de la verdadera hermandad y la unidad africana.
Dios toca y se mueve, advierte y deseos a todos por igual, y quiere uno tanto como la otra. La desigualdad radica en la forma en que su toque, sus advertencias, y sus dones se reciben.
A pesar de nuestra conciencia moral es una parte de nuestra conciencia, no nos sentimos a nosotros mismos en igualdad con él. En esta voz que resuena sólo para darnos órdenes y establecer prohibiciones, no podemos reconocer nuestras propias voces, el tono en el que nos habla nos advierte que expresa algo dentro de nosotros que no es de nosotros mismos.
Hay una antigua leyenda que advierte de que, si alguna vez conocer nuestro verdadero origen, nuestro universo será destruido inmediatamente.
La vida pasa y el ser, como la bellota, como el niño, o a veces como el adulto, no advierte ese movimiento, ni lo impulsa ni lo estorba.
Así, una memoria sigue a otro hasta que el guión olas juntos sobre nuestras cabezas, y un profundo suspiro hincha el pecho, lo que nos advierte que nos hemos olvidado de respirar en medio de estos pensamientos puros.
Enhorabuena porque habéis dado un ciudadano a la patria; pero advierte que es con la precisa condición de que con vuestra educación le hagais útil a la república, en la guerra y en la paz.