Es curioso que, con mis tendencias antinómicas tanto, debería haber ido a Trinity Hall - que era, y es, ante todo, una Facultad de Derecho - y debería haberse lanzado en estrecho contacto con el elemento legal en la vida.
Dios nuestro Señor quiere que miremos al Dador y lo amamos más de su don, manteniéndolo siempre ante nuestros ojos, en nuestros corazones y en nuestros pensamientos.
Siempre he pensado que no te gusta un país por hacer la vista gorda ante sus crímenes y para un problema. La forma en que te gusta un país está viendo todo lo que ha hecho mal, todos sus errores, y sigue pensando que es hermosa y que es digno.
Recuerdo lo hermoso del Merrimac miró a mí en la infancia, el primer río cierto que he conocido, que se abrió ante mis ojos y se abría paso a través de mi corazón como un sueño hecho realidad, sus campanillas, sus rocas y sus rápidos, son mucho más fijado en mi memoria que nada sobre el mar.
Todos los artistas tienen en común la experiencia de la distancia insondable que existe entre la obra de sus manos, por lograda que sea, y la perfección fulgurante de la belleza percibida en el fervor del momento creativo: lo que logran expresar en lo que pintan, esculpen o crean es sólo un tenue reflejo del esplendor que durante unos instantes ha brillado ante los ojos de su espíritu.
Ciencia es el arte de crear ilusiones convenientes, que el necio acepta o disputa, pero de cuyo ingenio goza el estudioso, sin cegarse ante el hecho de que tales ilusiones son otros tantos velos para ocultar las profundas tinieblas de lo insondable.
El verdadero valor consiste en hacer uno sin testigos lo que sería capaz de hacer ante todo el mundo.
Podemos estar seguros de que la mayor esperanza para mantener el equilibro ante cualquier situación recae en nosotros mismos.
La cortesía es, ante todo, un buen negocio. Y que se ha de tener, sino en atención a los demás, por puro egoísmo.
La ciencia heredada de cien generaciones y el orgullo fruto de cuatro mil años de historia huyen como esclavos cogidos en falta ante la amenaza tempestuosa de un sentimiento.
Aquel que gobierna por medio de su excelencia moral puede compararse a la estrella polar, que permanece en su sitio en tanto todas las demás estrellas se inclinan ante ella.
La religión sirve para ayudarnos y consolarnos ante unos problemas que no tendríamos si no existiese la religión.
Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños.
No somos disparados a la existencia como una bala de fusil cuya trayectoria está absolutamente determinada. Es falso decir que lo que nos determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter.
Ante cualquier desavenencia no caigamos en el error de dudar o bien de su inteligencia, o de su buena voluntad.
No tengo derecho a decir o hacer nada que disminuya a un hombre ante sí mismo. Lo que importa no es lo que yo pienso de él, sino lo que él piensa de sí mismo. Herir a un hombre en su dignidad es un crimen