Sin contrarios hay progresión. Atracción y repulsión, razón y energía, amor y odio, son necesarios para la existencia humana.
Los milagros no son contrarios a la naturaleza, pero sólo en contra de lo que sabemos acerca de la naturaleza.
Cuando anhelamos una vida sin dificultades, nos recuerdan que los robles crecen fuertes con vientos contrarios y los diamantes se hacen bajo presión.