Frases de dos

Nadie debe cometer la misma tontería dos veces, la elección es suficientemente amplía.

Tenemos dos fuerzas que nos ayudan a vivir: el olvido y la esperanza.

Si precisas una mano, recuerda que yo tengo dos.

Placer y pena son los dos únicos resortes que mueven y moverán el mundo.

El hombre es un auriga que conduce un carro tirado por dos briosos caballos: el placer y el deber. El arte del auriga consiste en templar la fogosidad del corcel negro (placer) y acompasarlo con el blanco (deber) para correr sin perder el equilibrio.

Sólo hay dos medios de pagar las deudas: por el trabajo y por el ahorro.

Dos especies de lágrimas tienen los ojos de la mujer: de verdadero dolor y de despecho.

Si me engañas una vez, tuya es la culpa; si me engañas dos, es mía.

Más vale un toma que dos te daré.

El diplomático es una persona que primero piensa dos veces y finalmente no dice nada.

La salud es un estado transitorio entre dos épocas de enfermedad y que, además, no presagia nada bueno.

Si eliges entre el menor de dos males, al final del día, sigues teniendo mal.

Si un hombre te dice que pareces un camello, no le hagas caso; si te lo dicen dos, mírate un espejo.

En el mundo hay sólo dos maneras de triunfar: por la propia capacidad o por la imbecilidad ajena.

Nadie se baña en el río dos veces porque todo cambia en el río y en el que se baña.

Dos hombres traicionados por la misma mujer son algo parientes.

No son los dos sexos superiores o inferiores el uno al otro. Son, simplemente, distintos.

Si dos cabalgan en un caballo, uno debe ir detrás.

La victoria y el fracaso son dos impostores, y hay que recibirlos con idéntica serenidad y con saludable punto de desdén.

Los dos mayores tiranos del mundo: la casualidad y el tiempo.

Sobre todas las cosas pueden hacerse dos afirmaciones totalmente contrarias.

Casa con dos puertas, mala es de guardar.

Todos los asuntos tienen dos asas: por una son manejables, por la otra no.

Si tuviera dos caras. ¿Estaría usando ésta?

Lo peor que puede hacerse es cruzar el precipicio en dos saltos.

Todas las buenas maneras tienen que principiar compartiendo alguna cosa con sencillez. Dos hombres tienen que compartir un paraguas; si no tienes un paraguas, tendrán por lo menos que compartir la lluvia, con todas sus ricas posibilidades de humor y de filosofía.

Preparar un discurso de diez minutos me cuesta un par de semanas; un discurso de una hora, una semana, y un discurso de dos horas siempre puedo improvisarlo.

El único error de Dios fue no haber dotado al hombre de dos vidas: una para ensayar y otra para actuar.

Un hoy vale por dos mañanas.

En dos ocasiones no debería jugar el hombre; cuando no tiene dinero y cuando lo tiene.

Crear, es vivir dos veces.

En asuntos internacionales, la paz es un período de trampas entre dos luchas.

Españolito que vienes al mundo te guarde Dios, una de las dos Españas ha de helarte el corazón.

La adulación, bajeza del que adula; engaño del adulado y aún bajeza de los dos; porque su bajeza muestra el que gusta de su adulación, que no se fía en el valor de sus méritos.

Cuando un ciego grita a otro ciego, los dos tropiezan en la misma piedra.

Si yo perdiera peso, ¡sería de dos dimensiones!