No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición. Ellos ya saben de algún modo en qué quieres convertirte realmente. Todo lo demás es secundario.
Los hombres más capaces de pensar sobre el amor son los que menos lo han vivido; y los que lo han vivido suelen ser incapaces de meditar sobre él.
El genio es resultado de un uno por ciento de inspiración y de un noventa y nueve por ciento de transpiración.
El estado es un inmenso cementerio al que van enterrarse todas las manifestaciones de la vida individual.
El destino de los hombres está hecho de momentos felices, toda la vida los tiene, pero no de épocas felices.
No hay nada repartido más equitativamente en el mundo que la razón: todo el mundo está convencido de tener suficiente.
En la existencia hay dos cosas infinitas: el universo y la estupidez humana. Y de la primera no estoy muy seguro.
El científico encuentra su recompensa en lo que Henri Poincaré llama el placer de la comprensión, y no en las posibilidades de aplicación que cualquier descubrimiento pueda conllevar.
Sólo los tontos tienen muchas amistades. El mayor número de amigos marca el grado máximo en el dinamómetro de la estupidez
El hombre es una pequeña copia de Dios. Bastante gloria es para el hombre. A pesar de mi insignificancia, reconozco que Dios está en mí.
Tienes que saber que tu tiempo es limitado, así que no lo malgastes viviendo la vida de alguien distinto. No quedes atrapado en el dogma, que es vivir como otros piensan que deberías vivir. No dejes que los ruidos de las opiniones de los demás acallen tu propia voz interior. Y, lo que es más importante, ten el coraje para hacer lo que te dicen tu corazón y tu intuición.
¿Existe el Infierno? ¿Existe Dios? ¿Resucitaremos después de la muerte? Ah, no olvidemos lo más importante: ¿Habrá mujeres allí?
Las matemáticas tienen invenciones muy sutiles y que pueden servir de mucho, tanto para contentar a los curiosos como para facilitar todas las artes y disminuir el trabajo de los hombres.
En relación con el hombre, la ciencia no puede considerarse neutral: es, en efecto, un don que viene de lo alto.
La esperanza de una felicidad eterna e incomprensible en otro mundo, es cosa que también lleva consigo el placer constante.
Los que más han amado al hombre le han hecho siempre el máximo daño. Han exigido de él lo imposible, como todos los amantes.
La libertad de amar no es menos sagrada que la libertad de pensar. Lo que hoy se llama adulterio, en el pasado se llamaba herejía.
Para que pueda trabarse una verdadera amistad, es preciso prescindir de la superioridad que puedan otorgar la edad, los honores, las riquezas o el poder. El único motivo que nos debe incitar a la amistad es la búsqueda de las virtudes y el mutuo perfeccionamiento.
En cuestiones de ciencia, la autoridad de mil no vale lo que el humilde razonamiento de un solo individuo.
Hasta en las democracias más puras, como los Estados Unidos y Suiza una minoría privilegiada detenta el poder contra la mayoría esclavizada.
Hay quien me niega el derecho de hablar de Dios, porque no creo. Y yo digo que tengo todo el derecho del mundo. Quiero hablar de Dios porque es un problema que afecta a toda la humanidad.
El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho.
La voz interior me dice que siga combatiendo contra el mundo entero, aunque me encuentre solo. Me dice que no tema a este mundo sino que avance llevando en mí nada más que el temor a Dios.