Drogba, Cristiano Ronaldo, Torres y Van Persie son unos 'piscineros'. (En el 2008 hablando acerca de la simulación de faltas)
Atacar a un hombre, no por sus faltas, sino por sus virtudes. Porque el que consigas triunfar tú mismo, en cualquier aspecto de actividad racional, es una gran virtud, y la gente te atacará por ello. Querrán que te sientas culpable por ello. Esa es la peor maldad, de acuerdo con mi filosofía. Es lo que yo llamo “El odio de lo bueno por ser lo bueno”. Eso es atacar a las personas por sus virtudes. Por sus logros. Por cualquier cosa que tengan que sea un VALOR, realmente. No por sus fallos, y no por su maldad. De hecho, la gente que predica eso son los que están a favor de los malvados.
Y en los bancos que escribimos medio a oscuras, sin pensar, todos los versos de "Heroes"... con las faltas de un chaval.
La grandeza de Estados Unidos no está en ser más iluminado que cualquier otra nación, sino en su capacidad de reparar sus faltas.
Los padres perdonan a sus hijos menos fácilmente por las faltas que ellos mismos inculcaron en ellos.
Nuestros sistemas, tal vez, no son más que una disculpa inconsciente por nuestras faltas, un andamio gigantesco cuyo objetivo es esconderse de nosotros nuestro pecado favorito.
Habrá amigos que nos declaren sin reservas nuestras faltas y, sin embargo, no se decidirán a hacernos mención de nuestras locuras.
Anhelamos un afecto por completo ignorantes de nuestras faltas. El cielo ha concedido esto a nosotros en el apego acrítico canina.
¿Qué locura o qué desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías?