Pero como un adulto que trabaja en la industria de la moda, lucho con el materialismo. Y yo soy una de las personas menos materialistas que existen, ya que las posesiones materiales no significan mucho para mí. Son preciosas, me gusta, ellos pueden mejorar su vida, hasta cierto punto, pero al final no son importantes.
Para las personas creyentes, Dios esta al principio. Para los científicos está el final de todas sus reflexiones.
El carácter es como el acróstico o la estrofa alejandrina: puede leerse desde el principio, desde el final o en cruz: siempre dice lo mismo.
El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma.
Creo que las mujeres sostienen el mundo en vilo, para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia. Al final, uno se pregunta cuál de las dos cosas será la menos sensata.
El hombre tiene que establecer un final para la guerra. Sino, ésta establecerá un fin para la humanidad.
La muerte como final de tiempo que se vive sólo puede causar pavor a quien no sabe llenar el tiempo que le es dado a vivir.
No dejaremos de explorar y al final de nuestra búsqueda llegaremos a donde empezamos y conoceremos por primera vez el lugar.