Potencialmente, un gobierno es la amenaza más peligrosa para los derechos del hombre: tiene un monopolio legal sobre el uso de la fuerza física en contra de las víctimas legalmente desarmadas.
El uso directo de la fuerza física es una solución tan pobre al problema de los recursos limitados que normalmente sólo es empleado por niños pequeños y por las grandes naciones. La solución usual es que el uso de cada cosa debe ser decidido por una persona o por algún grupo de personas organizado bajo algún conjunto de reglas. Se llama a tales cosas la propiedad. Si cada cosa es controlada por un individuo que tiene el poder para transferir ese mando a cualquier otro individuo, nosotros lo llamamos la institución de la propiedad privada.
En el socialismo, el individuo se proclama el centro y el fin, no se subordina a nada y subordina todo. El individuo no volverá a ser un instrumento: sino que el universo, el todo, se convertirá en el instrumento del individuo. El individuo no tendrá por encima de él ninguna fuerza; pero no habrá por encima de él ningún ideal. Será la cima soberbia y árida, sobre la que ya no pasará la sombra de las nubes, sino que sólo conocerá por encima de sí el vacío del espacio y la tristeza de las soledades.
Dale vueltas al comunismo, en todos sentidos, y llegarás al punto que, de grado o por fuerza, el individuo deberá sacrificase a la colectividad o a la democracia comunista. Mientras una sociedad no me permita comer, vestir, morar, difundir mis ideas a mi manera y sin control alguno -a condición de que no domine ni explote a nadie- consideraré su fundamento como autoritario.
El liberalismo es el respeto irrestricto por los proyectos de vida de otros. Esto implica que el uso de la fuerza va a ser solo con carácter defensivo y nunca ofensivo, y la prueba o el test no es la tolerancia con las personas que comparten nuestro proyecto de vida, sino con las personas que disienten con nuestro proyecto de vida.
No hay amor sin instinto sexual. El amor usa de este instinto como de una fuerza brutal, como el bergantín usa el viento.
Una revolución no se puede ni hacer ni detenerla. Lo único que se puede hacer es que uno de tus hijos le de un sentido a fuerza de victorias.
El euro está actuando como un centro de desintoxicación de drogadictos en el que estamos metidos a la fuerza y no nos podemos escapar porque la llave la tiene una enfermera gorda llamada Merkel.
La fuerza más poderosa y más eficaz para garantizar el mantenimiento a largo plazo del poder no es la violencia en todas sus formas desplegadas por el dominante para controlar los dominados, sino el consentimiento en todas las formas en que la consienten los dominados en su propia dominación.
Hay dos tipos de profesores: el tipo que te empuja con tanta fuerza que no te puedes mover, y el tipo que te da un pequeño empujoncito para que tú saltes hasta los cielos.
Practica las artes marciales, calcula la fuerza de tus adversarios, haz que pierdan su ánimo y dirección, de manera que aunque el ejército enemigo esté intacto sea inservible: esto es ganar sin violencia.
La regla de la utilización de la fuerza es la siguiente: si tus fuerzas son diez veces superiores a las del adversario, rodéalo; si son cinco veces superiores, atácalo; si son dos veces superiores, divídelo.
Cuando la velocidad del agua que fluye alcanza el punto en el que puede mover las piedras, ésta es la fuerza directa. Cuando la velocidad y maniobrabilidad del halcón es tal que puede atacar y matar, esto es precisión.
Los terrenos elevados son estimulantes, y por lo tanto, la gente se halla a gusto en ellos, además son convenientes para adquirir la fuerza del ímpetu. Los terrenos bajos son húmedos, lo cual provoca enfermedades y dificulta el combate.
La rapidez de acción es el factor esencial de la condición de la fuerza militar, aprovechándose de los errores de los adversarios, desplazándose por caminos que no esperan y atacando cuando no están en guardia.
Estados Unidos es un modelo de fuerza, libertad y moderación -aún con toda la aspereza y rudeza de su gente.
¿Alguien realmente cree que no consiguió lo que se propuso porque no tenía el talento o la fuerza o la resistencia o el compromiso necesario?
Espero un gran futuro para los Estados Unidos -un futuro en el que nuestro país va a coincidir su fuerza militar con nuestra restricción moral, su riqueza con nuestra sabiduría y su poder con nuestro propósito.
Las amplias masas de la población son más susceptibles a la apelación de la retórica que a cualquier otra fuerza.
Todo inicio de la fuerza es una violación de los derechos de otra persona. Ya sea iniciada por un individuo o por el Estado, ya sea para el beneficio de un individuo o grupo de individuos, aunque ese beneficio sea para otro individuo o grupo de individuos.
Me encanta el hombre que puede sonreír incluso cuando tiene problemas, que puede reunir la fuerza de la angustia, y crecer valiente en la reflexión. Es el tema de las mentes pequeñas para reducir el tamaño, pero cuyo corazón es firme, y cuya conciencia aprueba su conducta, perseguirá a sus principios hasta la muerte.
Nacemos débiles, necesitamos fuerza; indefensos, necesitamos ayuda; tontos, necesitamos razón. Lo único que nos falta al nacer, lo único que necesitamos cuando llegamos a mayores, es el regalo de la educación.
El capitalismo ha destruido nuestra creencia en un poder efectivo, sino la de su propio interés respaldados por la fuerza.
El Estado es el resultado de fuerza violenta y de sometimiento. Surgió, creció y se expandió sin ningún tipo de contrato fundacional, al igual que una banda mafiosa que practica la extorsión a cambio de “protección”.
Todo gobierno es, en su esencia, una conspiración contra el hombre superior: su único objetivo permanente es oprimirlo y malograrlo. Si es aristocrático en organización, entonces busca proteger al hombre que es superior ante la ley contra el hombre que es superior ante los hechos; si es democrático, entonces busca proteger al hombre que es inferior en todo contra ambos. Una de sus funciones primarias es regir a los hombres por la fuerza, para hacerlos tan iguales como sea posible y tan dependientes uno del otro como sea posible, para buscar y combatir la originalidad entre ellos. Todo lo que puede ver en una idea original es un cambio potencial, y por tanto una invasión a sus prerrogativas. El hombre más peligroso para cualquier gobierno es el hombre que tiene la habilidad de pensar las cosas por si mismo, sin que le importen las supersticiones o tabúes. Casi inevitablemente llega a la conclusión de que el gobierno bajo el cual vive es deshonesto, loco e intolerable, y así, si es un romántico, trata de cambiarlo. E incluso si no lo es, si es muy apto para extender el descontento entre quienes lo son.
Sólo si los niños pueden vivir hoy plenamente como tales, mañana serán personas adultas en la plenitud de su potencial. El renacuajo no se hace un mejor sapo si se lo fuerza a vivir fuera del agua prematuramente. Así también, el niño no desarrolla mejores cualidades humanas si se reprimen sus impulsos naturales, si se le obliga a portarse como un pequeño adulto que ha de estar durante muchas horas inmóvil, callado, asimilando conocimientos en proporciones reguladas científicamente por medio de lecciones verbales, siguiendo ejercicios predeterminados, de acuerdo a un horario organizado por especialistas en pedagogía.
En España nadie se plantea nada desde una perspectiva moral; este es un país de salvajes y de cafres; España vista desde el extranjero resulta un país ridículo, siempre estamos peleándonos con nuestra sombra y los extranjeros se quedan atónitos cuando ven lo que pasa aquí (...) El espíritu de la Guerra Civil está tan vivo como entonces, lo que pasa es que no tenemos un ejército levantisco, hay prosperidad y la gente no se va a echar a la calle, y estamos en Europa, pero las líneas de fuerza son las mismas: los separatismos, los problemas con la Iglesia, el rumor de sables, y la cuestión pedagógica y de la enseñanza...
La razón teórica por la cual es erróneo centrarse en la democracia o en la dictadura es que los Estados –todos los Estados– gobiernan a su población y deciden si habrán de hacer la guerra o no. Y todos los Estados, sean formalmente democracias o dictaduras, o algún otro tipo de gobierno, están regidos por una elite. El hecho de que estas elites, en cualquier caso particular, hagan o no la guerra a otro Estado se da en función de un complejo entrecruzamiento de causas, entre ellas el temperamento de los gobernantes, la fuerza de sus enemigos, los motivos para la guerra, la opinión pública. Si bien esta última debe calibrarse en cualquier caso, la única verdadera diferencia entre una democracia y una dictadura en lo que respecta a hacer la guerra es que en la primera es preciso desplegar una mayor propaganda ante los ciudadanos para formar a la opinión pública de modo que sea favorable a los propósitos del gobierno. La propaganda intensiva es necesaria en cualquier caso, tal como podemos ver en el comportamiento de todos los modernos Estados belicistas que extreman sus esfuerzos para moldear la opinión. Pero el Estado democrático debe trabajar con mayor perseverancia y rapidez. Y además, debe ser más hipócrita en la utilización de su retórica, que tiene que resultar atractiva para los valores de las masas: justicia, libertad, interés nacional, patriotismo, paz mundial, etc. Por lo tanto, en los Estados democráticos el arte de la propaganda debe ser un poco más sofisticado y refinado. Pero esto, como hemos visto, se aplica a todas las decisiones gubernamentales, no sólo a la guerra o la paz, dado que todos los gobiernos –pero en especial los democráticos– deben trabajar con perseverancia para persuadir a los ciudadanos de que todos sus actos de opresión están destinados a beneficiarlos. Lo que hemos dicho acerca de la democracia y la dictadura se aplica igualmente a la falta de correlación entre los grados de libertad interna de un país y su agresividad externa. Se ha demostrado que algunos Estados son perfectamente capaces de permitir un grado considerable de libertad dentro de sus fronteras mientras llevan adelante guerras agresivas en el exterior; otros Estados tienen un gobierno totalitario, pero su política exterior es pacífica. Los ejemplos de Uganda, Albania, China, Gran Bretaña, etc., encajan perfectamente en esta comparación.
Me uní a la Fuerza Aérea. Tomé a ella de inmediato cuando llegué allí. Hice tres años, ocho meses y diez días en total, pero me tomó un año y medio para ser desengañado de mis nociones románticas sobre ella.
Ningún cable ni cordón pueden dibujar con tanta fuerza, o enderezarlo tan rápido, como el amor puede hacerlo con un hilo torcido.
Dijo del amor que a veces pasa, a veces vuela, corre con uno, camina gravemente a otro, se vuelve una tercera en hielo, y fija un cuarto de una llama: heridas que uno, otro lo mata: como un rayo que comienza y termina en el mismo momento: hace que el rendimiento fuerte de la noche, que es asediada pero por la mañana, porque no hay fuerza capaz de resistir.