Los animales son sensibles, inteligente, perspicaz, divertido y entretenido. Les debemos un deber de cuidado como lo hacemos con los niños.
¿Sabes qué? Nunca me Factor Hollywood en nada. Soy un actor negro, así que no puedo controlar lo que piensa Hollywood. Tengo que ir a hacer lo mío, y mis chistes tienen que ser divertido. Todo lo que hacemos tiene que ser grande.
Stuntmen americanos son inteligentes - que piensan acerca de la seguridad. Cuando lo hacen un salto en un coche, calculan todo: la velocidad, la distancia... Pero en Hong Kong, que no sabemos cómo contar. Todo lo que hacemos es una suposición. Si tienes las agallas, lo haces. Todas mis stuntmen han hecho daño.
El rango de lo que pensamos y hacemos está limitada por lo que no nos damos cuenta. Y porque no nos damos cuenta de que no nos damos cuenta, es poco lo que podemos hacer para cambiar, hasta que nos damos cuenta de cómo no darse cuenta de las formas que nuestros pensamientos y acciones.
Entonces, ¿qué hacemos? Cualquier cosa. Algo. En tanto que simplemente no sentarse allí. Si metemos la pata para arriba, empezar de nuevo. Intente algo más. Si esperamos a que nos hemos satisfecho todas las incertidumbres, puede ser demasiado tarde.
Estamos dispositivos hermosas. Los dispositivos funcionan bien, todos somos expertos en lo que hacemos. Pero cuando el mecanismo falla, esas fallas pueden decir mucho acerca de cómo funciona la mente.
Todas las cosas buenas de este mundo no son buenas más que por el uso que hacemos de ellas; y que las disfrutamos tanto cuando nos sirven como cuando las juntamos para dárselas a otros, pero no más.
Nuestra imaginación nos agranda tanto el tiempo presente, que hacemos de la eternidad una nada, y de la nada una eternidad.
Si exagerásemos nuestras alegrías, como hacemos con nuestras penas,,nuestros problemas perderían importancia.
No nos hacemos libres por negarnos a aceptar nada superior a nosotros, sino por aceptar lo que está realmente por encima de nosotros.
Cuando somos jóvenes lamentamos no tener una mujer, cuando nos hacemos viejos lamentamos no tener a la mujer.
Hemos olvidado que nuestra única meta es vivir y que vivir lo hacemos cada día y que en todas las horas de la jornada alcanzamos nuestras verdadera meta si vivimos... Los días son frutos y nuestro papel es comerlos.