Cuando veáis a un hombre sabio, pensad en igualar sus virtudes. Cuando veáis un hombre desprovisto de virtud, examinaos vosotros mismos.
Entre hombre y hombre no hay gran diferencia. La superioridad consiste en aprovechar las lecciones de la experiencia.
Quien quisiera que el hombre no conociera el dolor, evitaría al mismo tiempo el conocimiento del placer y reduciría al mismo hombre a la nada.
Ninguna época ha sabido tantas y tan diversas cosas del hombre como la nuestra. Pero en verdad, nunca se ha sabido menos qué es el hombre.
Un cobarde es un hombre capaz de prever el futuro. Un valiente es casi siempre un hombre sin imaginación.
No hay nada que pueda quitar la libertad a un hombre salvo otros hombres. Para ser libre, un hombre debe ser libre de sus hermanos.
El hombre razonable se adapta al mundo; el irrazonable intenta adaptar el mundo a sí mismo. Así pues, el progreso depende del hombre irrazonable.
Un hombre puede combatir una afirmación con un razonamiento; pero una sana intolerancia es el único modo con que un hombre puede combatir una tendencia.
Cada hombre lleva un fantasma de mujer, no en la imaginación que entonces sería fácil de expulsarle; sino circulando en su sangre, y cada mujer un fantasma más o menos concreto de hombre.
El que un perro haya mordido a un hombre no es ninguna noticia; una noticia es el que un hombre haya mordido a un perro.
La verdad psicológica fundamental no es que ningún hombre sea un héroe para su ayuda de cámara. La verdad psicológica fundamental, el fundamento del Cristianismo, es que ningún hombre puede ser un héroe para sí mismo.
Quédate siempre detrás del hombre que dispara y delante del hombre que está cagando. Así estás a salvo de las balas y de la mierda.
El mayor espectáculo es un hombre esforzado luchando contra la adversidad; pero hay otro aún más grande: ver a otro hombre lanzarse en su ayuda.
Es mejor ser hombre que mujer, porque hasta el hombre más miserable tiene una mujer a la cual mandar.
No tengo derecho a decir o hacer nada que disminuya a un hombre ante sí mismo. Lo que importa no es lo que yo pienso de él, sino lo que él piensa de sí mismo. Herir a un hombre en su dignidad es un crimen
Trae el hombre reclusa en el alma una eternidad, y algo puede aprender el hombre en esta eternidad con respecto a la esencia de su alma misma.
No hay, en mi dictamen, hombre que aprecie más la virtud y la siga con más gusto, que el que por no hacer traición a su conciencia, ha perdido la reputacion de hombre de bien.
Un hombre se reserva su verdadero y más profundo amor no por los tipos de mujeres en cuya compañía se encuentra electrificado y encendido, sino para una mujer en cuya compañía se puede sentir ternura.
Aquél que obtiene una victoria sobre otro hombre es fuerte, pero quien obtiene una victoria sobre sí mismo es poderoso.
Ser el hombre más rico del cementerio no es lo que más me importa… Ir a la cama a la noche diciendo “hemos hecho algo maravilloso” es lo que realmente me preocupa.
En relación con el hombre, la ciencia no puede considerarse neutral: es, en efecto, un don que viene de lo alto.