¿No es usted la señorita Smith, hija del banquero multimillonario Smith? ¿No? Perdone, por un momento pensé que me había enamorado de usted.
El verdadero amor sólo se presenta una vez en la vida... y luego ya no hay quien se lo quite de encima.
-¿Por qué y cómo ha llegado usted a tener veinte hijos en su matrimonio? -Amo a mi marido. -A mí también me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca.
-Chico: Un coche y un chófer cuestan demasiado. He vendido mi coche. -Groucho: ¡Qué tontería! En su lugar, yo hubiera vendido el chófer y me hubiera quedado con el coche. -Chico: No puede ser. Necesito el chófer para que me lleve al trabajo por la mañana. -Groucho: Pero, ¿cómo va a llevarle si no tiene coche?. -Chico: No necesita llevarme. No tengo trabajo.
Supongo que había que inventar las camas de agua. Ofrecen la posibilidad de beber algo a media noche sin peligro de pisar al gato.
Los cigarros me dan un aspecto varonil. Con uno en la boca no hay posibilidad de ser confundido con una chica.
En Hollywood nadie escribe su propio correo. La correspondencia es siempre enviada al abogado, al médico, al agente. Si uno recibe una carta de su dentista, nunca le contesta. Se limita a enviarle las pocas caries que le queden, y él las empasta y se las remite a su abogado.
Me avergüenza confesar la edad que tenía cuando descubrí que un ginecólogo es un médico que hace cosas misteriosas con las mujeres. (También hay otras personas que hacen cosas misteriosas con las mujeres, pero todavía no he descubierto cómo se las llama en público).
De todas mis admiradoras, mi ex-mujer es la más exigente: no sólo quiere mi autógrafo, lo quiere sobre un cheque en blanco.
Siempre he soñado con ir a la cárcel por maniaco sexual. Si no lo he logrado, ha sido porque me ha traicionado el físico.
Desde que en una velada literaria aseguré que la metáfora es un caballo, no soy muy bien recibido por los intelectuales.
Ver a alguien en la cola del súper con una caja de fresas y un sirope de chocolate y pensar que esa noche va a hacer cosas perversas.
Una persona no es de fiar si jugando al Grand Theft Auto paga a la prostituta y no recupera su dinero a golpe de bate. #palabradefriki
Cuando alguien me dice feo, voy hacia él y le doy un abrazo, porque sé cómo de difícil es la vida de discapacitado visual.
Subir al metro, comenzar a toser, simular arcadas, escupir, sacar una grabadora y decir: Día 23, el virus ha mutada, he de encontrar la cura.
La chica de delante ha acelerado, yo también. Ha empezado a correr, yo también. Ha empezado a gritar, yo también. No sé qué nos persigue.
Perdonad este tweet, pero estoy frente a una persona que conozco a la que no quiero saludar y he tenido que sacar el móvil para disimular.
-Mamá, ¿soy guapo? -Claro, hijo, ¿por qué? -Eso explica por qué la Guardia Civil me ha hecho una foto. No, en serio, me han puesto una multa.
En el parque un partido político montó una carpa electoral. Mi hijo, de 3 años, al verla dijo: -Mira papá, un circo. Los caló a la primera.
-Mamá, mamá! ¿Cuál es la definición de paranoico? +Probablemente crees que no lo sé y me quieres pillar, ¿verdad?
-¿Por qué vas dando palmas por la calle? +Para espantar a los elefantes. -Pero si no hay. +Coño, porque funciona.
El sexo, el dolor y el amor son experiencias límite del hombre. Y solamente aquel que conoce esas fronteras conoce la vida; el resto es simplemente pasar el tiempo, repetir una misma tarea, envejecer y morir sin saber realmente lo que se estaba haciendo aquí.
El verdadero amor no se reduce a lo físico, ni a lo romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es.
Si quieres triunfar, no te quedes mirando la escalera. Empieza a subir, escalón por escalón, hasta que llegues arriba.
No inventes, no engañes, no robes ni bebas; pero si inventas, inventate un mundo mejor; si engañas, engañale a la muerte; si robas, robate un corazón y si bebes, bebete los mejores momentos de tu vida. (Will Smith)
Tú Dices que amas a la lluvia, sin embargo usas un paraguas cuando llueve. Tú dices que amas el sol, pero siempre buscas una sombra cuando el sol brilla. Tú dices que amas el viento, pero cierras las ventanas cuando el viento sopla. Por esto tengo miedo cuando dices que me amas.
Cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones para reír.