Aquí es mi deseo y mi deseo y mi compromiso, así: que recordemos nuestra verdadera naturaleza y nuestra condición de mujer. Que poseemos y sabemos que somos más que nuestros cuerpos y sin embargo nuestros cuerpos son estos sagrados, hermoso, casas rítmicos para nosotros.
Mi teoría sobre la vida es que la vida es hermosa. La vida no cambia. Usted tiene un día y una noche, y un mes y un año. Nosotros, la gente cambia - que pueden ser miserable o podemos ser felices. Es lo que hacen de su vida.
Mohammed bin Rashid Al Maktoum
Tan pronto como ella obtiene su divorcio uno de nosotros va a casarse con ella. No sabemos cuál. Ella es tan hermosa una mujer como yo he visto, y muy ingenioso y bien informado, pero costaría mucho para mantenerla en diamantes.
A veces, como un comediante, una línea vendrá a usted, que es tan hermoso, tan perfecto, que piensas: Yo no he creado esta línea. Esta línea es de todos nosotros. Sin duda esta es una línea de Dios.
Es uno de los hechos más bellos de esta existencia humana de los nuestros, que nos recuerda la parte más temprana y más frescos de lo más vívidamente. Sin duda, se entiende que la infancia debe vivir en nosotros para siempre.
Una imagen es la expresión de una idea. Si lo bello no estaban en nosotros, ¿cómo podríamos reconocerla?
Estamos tazas, constantemente y en silencio se llena. El truco es saber cómo se vuelque a nosotros mismos una y dejar que las cosas hermosas a cabo.
Todos somos soñadores que crean el mundo por venir, el otro mundo hermoso para nosotros y para nuestros hijos.
La muerte llama, uno a uno, a todos los hombres y a las mujeres todas, sin olvidarse de uno solo -¡Dios, qué fatal memoria!-, y los que por ahora vamos librando, saltando de bache en bache como mariposas o gacelas, jamás llegamos a creer que fuera con nosotros, algún día, su cruel designio.
La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no es y cuando la muerte es, nosotros no somos.
La muerte es alguien que se retira de sí mismo y vuelve a nosotros. No hay más muertos que los llevados por los vivos.
Lo que está delante de nosotros y lo que está detrás es poco importante comparado con lo que reside en nuestro interior.
Nuestra crítica consiste en reprochar a los demás el no tener las cualidades que nosotros creemos tener.
En la vejez la ciencia es para nosotros un cómodo refugio; y si no la plantamos de jóvenes, no nos dará sombra cuando seremos viejos.
La razón de que todos seamos tan amigos de pensar bien de los demás, es que todos tememos por nosotros mismos. La base del optimismo es simplemente el miedo.
La vida tiene su lado sombrío y su lado brillante; de nosotros depende elegir el que más nos plazca.
Podemos estar seguros de que la mayor esperanza para mantener el equilibro ante cualquier situación recae en nosotros mismos.
Aunque viajemos por todo el mundo para encontrar la belleza, debemos llevarla con nosotros para poder encontrarla.
Nuestra lealtad es para las especies y el planeta. Nuestra obligación de sobrevivir no es sólo para nosotros mismos sino también para ese cosmos, antiguo y vasto, del cual derivamos.
Comienza a manifestarse la madurez cuando sentimos que nuestra preocupación es mayor por los demás que por nosotros mismos.
Hemos de saber anticiparnos a encontrar lo cómico que haya en nosotros. Así podremos evitar que otros se burlen de nuestra escasa perfección.
Y en mi locura encontré la libertad y la seguridad que da el que no le entiendan a uno, pues quienes nos comprenden esclavizan algo de nosotros.
Si nos bastase ser felices, la cosa sería facilísima; pero nosotros queremos ser más felices que los demás, y esto es casi siempre imposible, porque creemos que los demás son bastante más felices de lo que son en realidad.
La envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos poseer nosotros.
Entre todas las alegrías, la absurda es la más alegre; es la alegría de los niños, de los labriegos y de los salvajes; es decir, de todos aquellos seres que están más cerca de la Naturaleza que nosotros.
Todo lo que la tierra da y todo aquello que se llama felicidad sólo es un juguete de la suerte; lo que nosotros somos, eso sólo nos pertenece.
Los amigos se suelen considerar sinceros; los enemigos realmente lo son: por esta razón es un excelente consejo aprovechar todas sus censuras para conocernos un poco mejor a nosotros mismos, es algo similar a cuando se utiliza una amarga medicina.
Cuando una puerta de felicidad se cierra, otra se abre, pero muchas veces miramos tanto tiempo la puerta cerrada que no vemos la que se ha abierto para nosotros.
Nosotros mismos somos nuestro peor enemigo. Nada puede destruir a la Humanidad, excepto la Humanidad misma.
El dolor tiene un gran poder educativo; nos hace mejores, más misericordiosos, nos vuelve hacia nosotros mismos y nos persuade de que esta vida no es un juego, sino un deber.
La vanidad es tan fantástica, que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y enterrados.
Hay quien pone en duda el porvenir del ideal de la libertad. Nosotros respondemos que tiene más que un porvenir: posee eternidad.