Yo me comprometo a hacer de este estado un lugar aún más para vivir, trabajar y criar una familia. Tengo la intención de llegar de frontera a frontera para escuchar de primera mano de los ciudadanos acerca de sus pensamientos, preocupaciones e ideas para nuestro estado.
Casi todo nuestro sufrimiento es el producto de nuestros pensamientos. Gastamos casi cada momento de nuestras vidas que se pierden en sus pensamientos, y toma el carácter de esos pensamientos. Usted puede romper este hechizo, pero se necesita capacitación al igual que lo lleva a la formación de defenderse contra un asalto físico.
Nos resulta difícil de creer que los pensamientos de otras personas son tan tonto como el nuestro, pero probablemente estamos.
Aduanas forman todos nosotros, nuestros pensamientos, nuestras costumbres, nuestras creencias más fijos, son consecuencias de nuestro lugar de nacimiento.
Tenemos nuestra propia luz del día para obtener malos pensamientos, y hablamos con esa luz - nuestra estrella en nuestro corazón. Nos quitamos lo que es importante.
No sólo percibimos objetos y mantenemos pensamientos en nuestras mentes: todas nuestras percepciones y procesos de pensamiento se hacen sentir. Todos tienen un componente distintivo que anuncia un vínculo inequívoco entre las imágenes y la existencia de vida en nuestro organismo.
Tenemos ojos, y estamos viendo cosas todo el tiempo, todo el día. Y creo que todo lo que nuestro toque los ojos debe ser hermosa, de buen gusto, atractivo e importante.
Mientras nuestro gobierno es administrado por el bien de la gente, y se rige por su voluntad, siempre y cuando se garantice a nosotros los derechos de las personas y de la propiedad, a la libertad de conciencia y de prensa, valdrá la pena defender.
No vemos que podemos controlar nuestro destino, nos hacen lo que sea posible, hacernos llegar a ser lo que anhelamos ser.
Sin duda, una larga vida debe ser algo tedioso, ya que nos vemos obligados a recurrir a tantas cosas sin importancia que nos ayuden a librarse de nuestro tiempo, que nunca volverá.
El evangelio nos libera para llegar a ser los líderes románticas de nuestro matrimonio, sin miedo ni vacilación. Porque hemos sido siempre cortejada por Jesús, ahora somos libres para atraer siempre a nuestras esposas.
Quiero decir, en la comunidad en la que crecí, ya sabes, una, ya sabes, mezclado, comunidad de la diáspora africana casi en su totalidad, una de las cosas que no estábamos siempre supone que debemos decir es que la cantidad de auto-odio y colorismo determinada y guiados lo que podríamos llamar nuestro deseo. En otras palabras, lo que consideraríamos hermoso.
La gente no quiere ir a la basura y hacer un picnic, que quieren ir a un lugar hermoso y disfrutar de su día. Y creo que nuestro trabajo es tratar de tomar el medio ambiente, tomar lo que el buen Dios nos ha dado, y ampliar o mejorar, sin destruirlo.
Arizona, nuestro bello estado, fue construido en la minería. El cobre es enorme aquí, y ahora uranio. Y luego tenemos el gobierno federal que entra, escribir todas estas reglas y reglamentos, y que nos dice que no podemos hacer esto y no podemos hacer eso. Necesitamos respuestas claras, concisas.
Wilderness es cada vez más difícil de encontrar hoy en día en este hermoso planeta, y estamos abusando de nuestro planeta hasta el punto de casi no retorno.
Lo que está delante de nosotros y lo que está detrás es poco importante comparado con lo que reside en nuestro interior.
Las huellas del hombre sobre el hombre son eternas y ningún destino se ha cruzado impunemente con el nuestro.
Las máquinas sólo pueden ser producto de nuestro ser, si examinamos las máquinas que construimos y la cosas que metemos en ellas, tenemos un dato único y fiable de cómo estamos evolucionando.
Nuestro gran error es intentar obtener de cada uno en particular las virtudes que no tiene, y desdeñar el cultivo de las que posee.
Nuestro ánimo se inclina a confiar en aquellos a quienes no conocemos por esta razón: porque todavía no nos han traicionado.
La esperanza es una virtud cristiana que consiste en despreciar todas las miserables cosas de este mundo en espera de disfrutar, en un país desconocido, deleites ignorados que los curas nos prometen a cambio de nuestro dinero.
Nosotros mismos somos nuestro peor enemigo. Nada puede destruir a la Humanidad, excepto la Humanidad misma.
Todo nuestro descontento por aquello de lo que carecemos procede de nuestra falta de gratitud por lo que tenemos.
La historia es cuestión de supervivencia. Si no tuviéramos pasado, estaríamos desprovistos de la impresión que define a nuestro ser.
Los terroristas intentan modificar nuestro comportamiento provocando miedo, incertidumbre y división en la sociedad.
La familia es un complemento nuestro, complemento mayor que nosotros, anterior a nosotros y que nos sobrevivirá con lo mejor de nosotros.
¿No tenemos en nosotros una perpetua inclinación, pese a la excelencia de nuestro juicio, a violar lo que es la Ley, simplemente porque comprendemos que es la Ley?
El tiempo es un maestro de ceremonias que siempre acaba poniéndonos en el lugar que nos compete. Vamos avanzando, parando y retrocediendo según sus órdenes. Nuestro error es imaginar que podemos buscarle las vueltas.
Hemos olvidado que nuestra única meta es vivir y que vivir lo hacemos cada día y que en todas las horas de la jornada alcanzamos nuestras verdadera meta si vivimos... Los días son frutos y nuestro papel es comerlos.
Nuestras convicciones más arraigadas, más indubitables, son las más sospechosas. Ellas constituyen nuestro límite, nuestros confines, nuestra prisión.
No somos disparados a la existencia como una bala de fusil cuya trayectoria está absolutamente determinada. Es falso decir que lo que nos determina son las circunstancias. Al contrario, las circunstancias son el dilema ante el cual tenemos que decidirnos. Pero el que decide es nuestro carácter.
A veces nuestro destino semeja un árbol frutal en invierno. ¿Quién pensaría que esas ramas reverdecerán y florecerán? Mas esperamos que así sea, y sabemos que así será.
Sucede a veces que se discute porque no se llega a comprender lo que pretende demostrar nuestro interlocutor.
Nuestro gran tormento en la vida proviene de que estamos solos y todos nuestros actos y esfuerzos tienden a huir de esa soledad.