En la vida, en ocasiones, hay que decidir entre lo que debes hacer y lo que quieres hacer. Haz lo que debes y harás feliz a los demás, haz lo que quieres y te harás feliz a ti mismo.
Celebraciones religiosas, y la buena voluntad, buen humor y generosidad que marcarlos, son ocasiones maravillosas para entender el potencial de la 'multiculturalidad cotidiana', y cómo la gente de diferentes religiones pueden conectarse y mostrar que la atención, en lugar de ir en paralelo, a veces hostil , las carreteras.
Es inquietante para descubrir en uno mismo estas curiosas revelaciones de la validez de la teoría darwiniana. Si bien es cierto que hemos salido de los simios, hay ocasiones en que mi propia primavera no parece haber estado muy lejos.
Soy consciente de la asociación de la gente conmigo y de la moda y desde luego tomar ese papel durante algunas ocasiones, pero no domina mis pensamientos todo el tiempo.
Ha habido muchas ocasiones en que he encontrado útiles para hablar en voz alta a mis propios pensamientos, ordenando a los insanos para ir a algún sitio y saltar al río.
Toda la ira no es pecado, porque un cierto grado de la misma, y en algunas ocasiones, es inevitable. Pero se convierte en pecado y contradice la regla de la Escritura cuando se concibe en ligera e insuficiente provocación, y cuando se sigue de largo.
Creemos que, según el nombre 'de los inversores a las instituciones que el comercio es activo como llamar a alguien que participe en varias ocasiones en una sola noche un' romántico '.
Hay ocasiones en que un gobierno debe ser liberal y otras en que debe ser dictatorial: aquí todo cambia y no hay eternidad.
En ocasiones el exceso es estimulante. Evita que con la moderación se adquiera el mortal efecto de un hábito.
Las sensaciones no son parte de ningún conocimiento, bueno o malo, superior o inferior. Son, más bien, provocaciones incitantes, ocasiones para un acto de indagación que ha de terminar en conocimiento.
La muerte de Freud, según Ernest Jones, fue el incidente que causó la ruptura definitiva entre Hemholtz y Freud, prueba de ello es que en muy contadas ocasiones volvieron a dirigirse la palabra.
En algunas ocasiones no es nada más que una puerta muy delgada lo que separa a los niños de lo que nosotros llamamos mundo real, y un poco de viento pude abrirla.