Una mañana, en febrero de 1986, de la nada, experimenté una realización. En un instante, descubrí que cuando yo creía mis pensamientos estresantes, sufrí, pero cuando les pregunté, no sufrí.
Yo me crié en la ciudad de Nueva York y se crió en el New York City mundo teatral. Mi padre era un director de teatro y profesor de actuación, y no era raro para mí tener largas discusiones sobre el método y lo que los diversos procesos diferentes fueron a la búsqueda de un personaje y explorar el carácter y la realización de ese personaje.
He traído a mí mismo, por mucho la meditación, a la convicción de que un ser con un propósito establecido humana debe cumplirla, y que nada puede resistirse a una voluntad que arriesgar incluso la existencia a partir de su realización.
Creo que suelo jugar a la mujer que, después de que la persona trata de ir por alguna extraordinaria hazaña de la realización romántica, felizmente terminan conmigo.
El universo visible, es decir, la realización o encarnación del pensamiento divino es la causa ocasional de la ciencia.