La libertad es la libertad de decir que dos más dos son cuatro. Si eso se concede, todo lo demás llega solo.
En nuestro tiempo, el discurso político y la escritura son ante todo una defensa de lo indefendible.
Los pequeños hombres saben de las mujeres; sus sonrisas y sus lágrimas por igual rara vez son lo que parecen.
Hay leyes naturales e ineludibles en la actividad humana: las leyes económicas, que son a su vez el motivo de ser de la ética política.
¿Los impuestos no son sino dinero para protección? ¿Es el estado una especie de mafia? ¿La democracia un fraude? El filósofo Hans-Hermann Hoppe no solo es considerado uno de los intelectuales pioneros más importantes del movimiento libertario, sino asimismo tal vez sea el crítico más agudo del sistema político occidental.
El matrimonio gay no es un ataque a la familia ni una amenza al matrimonio, la violencia doméstica y la infidelidad matrimonial si lo son.
Me sorprende cada vez que vengo a los EE.UU. por la ignorancia de un alto porcentaje de la población que no sabe casi nada sobre América Latina o del mundo en general. Son bastante sordos y ciegos a cualquier cosa que pueda suceder fuera de las fronteras de los EE.UU.
Si un libro se puede leer impunemente, no vale la pena tomarse el trabajo. Cuando los libros están de veras vivos, respiran; y uno se los pone al oído y les siente la respiración y sus palabras son contagiosas, peligrosamente, cariñosamente contagiosas...
Todo gobierno es, en su esencia, una conspiración contra el hombre superior: su único objetivo permanente es oprimirlo y malograrlo. Si es aristocrático en organización, entonces busca proteger al hombre que es superior ante la ley contra el hombre que es superior ante los hechos; si es democrático, entonces busca proteger al hombre que es inferior en todo contra ambos. Una de sus funciones primarias es regir a los hombres por la fuerza, para hacerlos tan iguales como sea posible y tan dependientes uno del otro como sea posible, para buscar y combatir la originalidad entre ellos. Todo lo que puede ver en una idea original es un cambio potencial, y por tanto una invasión a sus prerrogativas. El hombre más peligroso para cualquier gobierno es el hombre que tiene la habilidad de pensar las cosas por si mismo, sin que le importen las supersticiones o tabúes. Casi inevitablemente llega a la conclusión de que el gobierno bajo el cual vive es deshonesto, loco e intolerable, y así, si es un romántico, trata de cambiarlo. E incluso si no lo es, si es muy apto para extender el descontento entre quienes lo son.
Pienso que hay mucha gente buena, pero también gente mala, y los malos son aquellos que parecen disponer de todo el poder y que están en esta posición por negarnos lo que tú y yo necesitamos. Delante de esta situación, tú y yo tenemos que conservar el derecho a hacer todo lo que sea necesario por acabar con una situación así. Esto no significa que yo defienda la violencia, pero tampoco estoy en contra de la violencia en legítima defensa, que yo denomino inteligencia.
Los políticos no son necesarios, pero ellos nos convencen de que los necesitamos para resolver problemas que, sin ellos, no existirían.
En España nadie se plantea nada desde una perspectiva moral; este es un país de salvajes y de cafres; España vista desde el extranjero resulta un país ridículo, siempre estamos peleándonos con nuestra sombra y los extranjeros se quedan atónitos cuando ven lo que pasa aquí (...) El espíritu de la Guerra Civil está tan vivo como entonces, lo que pasa es que no tenemos un ejército levantisco, hay prosperidad y la gente no se va a echar a la calle, y estamos en Europa, pero las líneas de fuerza son las mismas: los separatismos, los problemas con la Iglesia, el rumor de sables, y la cuestión pedagógica y de la enseñanza...
Quienes nos visitan son jubilatas del imserso británico, turistas de alpargata sudada y gamberros del Liverpool, por así decir. Estrabón, Hemingway, Orson Welles y Ava Gardner ya no vienen. Venían cuando en España había pueblo, carácter, originalidad, personalidad, vida y filosofía propias. Ahora sólo hay borregos numerados: plebe. Soy duro, lo sé, pero también sincero. Y mi sinceridad me obliga a decir que España, en contra de lo que el triunfalismo de muchos espñaoles cree, es uno de los peores lugares de la Tierra para vivir. Se vive bien donde las cosas funcionan, donde el pícaro no es un modelo a imitar y donde la gente está bien educada. Todo lo demás lo pone uno.
Los españoles son uno de los pueblos más sucios de la Tierra y los madrileños ni te digo. Y los emigrantes, aún peor.
A esta altura de mi vida nada me desquicia. Soy un hombre tranquilo. Mis bisagras son sólidas y no chirrían.
Mi primer recuerdo es mi primer balón. Jugaba con él, en la calle Lope de Rueda, frente a mi casa. Apareció un municipal y me lo quitó. Descubrí entonces que los seres aparentemente humanos son animales depredadores.
Soy un conservador convencido por las razones de la experiencia y el peso de la evidencia de que casi todos los cambios no evolutivos son contraproducentes. Creo que la resignación del budista y el taoísta es, frente a la indignación de los revolucionarios, los sollozantes y los pedigüeños, virtud esencial y existencial del sabio perdida por completo en esta Europa keynesiana del Estado de malestar que renunció in illo tempore al paganismo y apostó por el judeocristianismo. Mi filosofía, además, se resume en lo que dijo un filósofo presocrático: "Nada importa nada".
Sitúate enfrente de las tres posturas -el centro se encuentra entre (no frente a) la derecha y la izquierda, y tiene, por ello, algo de la una y de la otra- o, mejor aún, pasa de largo, haz como si no existieran, regresa mental, cultural, espiritual y sentimentalmente a la Edad de Oro, que terminó o, mejor dicho, fue terminándose paso a paso, golpe a golpe, con el nacimiento del monoteísmo, con la caída de Pablo, con la batalla del Puente Milvio, con la destrucción de Eleusis, con el estallido de las tres grandes revoluciones (la francesa, la industrial y la bolchevique), con la derrota del Sur en la guerra de Secesión de Estados Unidos y con la llegada del comodoro Perry al puerto japonés de Urawa. Ésas son las nueve mayores catástrofes de la historia universal. Sólo falta la décima, que seguramente está al caer.
Yo ingiero drogas. Un escritor, un intelectual, si me permite la palabra, debe demostrar que hay coherencia entre lo que dice y lo que hace. Quede claro que me refiero únicamente a las drogas enteogénicas, mal llamada alucinógenas. Ese tipo de drogas son inofensivas y conducen al éxtasis y a la recta comprensión de la trama del universo.
Pijos, caraduras, gilipollas y gorrones (...) Pijos, porque basta verlos, saber quiénes son sus papis y pasar lista a los enchufes de los que viven. Caraduras, porque jeta de granito hay que tener para asegurar que es la misericordia -solidaridad, la llaman. Jerga progre- lo que los mueve (...) Gilipollas, porque lo es en grado sumo todo el que piense que con unos cuantos camiones cargados de alubias, chocolatinas y preservativos va a sacar de apuros a millones de personas gobernadas por sinvergüenzas" (...) "Tres cuartas partes, como mínimo, del dinero recaudado por las oenegés laicas van a parar al pozo de los gastos de gestión y al sumidero de la corrupción (...) ¿Es que no hay aquí pobres sin intermediarios a la vuelta de cualquier esquina?
Nos vemos convertidos en teólogos de Bizancio, que mientras los turcos trepan por las murallas de Constantinopla están discutiendo sobre el sexo de los ángeles. Todas estas cosas de las que estáis hablando: Solbes, las hipotecas basura, las inyecciones de crédito, si llegan o si no llegan, son cosas absolutamente inanes que no sirven para nada, porque no estamos en una situación de crisis, ni de recesión ni de depresión siquiera, estamos ante el colosal hundimiento de todo un sistema político, cultural, económico, social, espiritual y filosófico, y entonces no vamos a la raíz del problema. Yo creo que la raíz del problema es en primer lugar de índole zoológica. Sencillamente en el planeta Tierra no caben 6.000 millones de egos consumiendo, devorando, trabajando, es decir: no hay comida, no hay trabajo para 6.000 millones de personas. Hay una ley zoológica inflexible que dice que cuando una especie animal se reproduce por encima de lo que su hábitat consiente, esa especie se extingue. Y el ser humano esta en un proceso de extinción. Es un problema filosófico: es la economía de consumo. Es como la bóveda de Barceló lo que se esta cayendo sobre nuestras cabezas, es una economía basada en el consumo, en el consumo, en el consumo, y en la inyección de créditos, es decir: montada absolutamente sobre el vacío. Nos piden que demos más dinero a esos mismos bancos que nos han engañado, que han sido en el mejor de los casos incompetentes, y en peor de los casos estafadores, que nos han estafado, que nos han arrebatado nuestro propio dinero, nos piden que de nuestro bolsillo, (porque el dinero publico sale de nuestro propio bolsillo), a esas personas para que sigan montando y montando bóvedas de Barceló hasta el infinito... Bueno, eso se va a caer, antes o después se va a caer sobre nuestras cabezas, entonces todas estas cosas de las que habláis, no afectan a las causas primeras, solamente a las consecuencias de esas causas remotas.
Creo que Hollywood tiene un sistema de clases. Los actores son como los internos, pero la verdad es que lo están convirtiendo en un asilo.
Las películas son un trabajo duro. El público no ve eso. Los críticos no lo ven. Pero es un montón de trabajo. Una gran cantidad de trabajo.
Los documentales son la primera línea de la educación, y la segunda línea de la educación es la dramatización, como 'The Pacific'.
Me gusta la gente que es un poco loca pero viniendo de un buen lugar. Creo que las cicatrices son atractivas porque significa que cometiste un error que dio lugar a un desastre.
Yo realmente no quería vivir, así que cualquier cosa que requería una inversión de tiempo me hacía enfadar... pero también me sentí triste. Cuando la desesperación te está haciendo daño, son los elementos y accesorios que te rematan.
La concepción estática hasta ahora dominante llevaba inexorablemente a presuponer que en cierto sentido los recursos estaban dados y eran conocidos, por lo que el problema económico de su distribución se consideraba distinto e independiente del que planteaba la producción de los mismos. En efecto, si los recursos están dados, posee excepcional importancia el cómo habrán de distribuirse entre los diferentes seres humanos tanto los medios de producción como el resultado de los diferentes procesos productivos. Todo este planteamiento ha sido demolido por la nueva concepción dinámica de los procesos de mercado y por la nueva teoría económica de la función empresarial. Ésta ha puesto de manifiesto que todo ser humano posee una innata capacidad creativa que le permite apreciar y descubrir las oportunidades de ganancia que surgen en su entorno, actuando en consecuencia para aprovecharlas. Consiste, por tanto, la empresarialidad en la capacidad típicamente humana para crear y descubrir continuamente nuevos fines y medios. Desde esta concepción, los recursos no están dados, sino que tanto los fines como los medios son continuamente ideados y concebidos ex-novo por los empresarios, siempre deseosos de alcanzar nuevos objetivos que ellos descubren que tienen un mayor valor. Y si los fines, los medios y los recursos no están dados, sino que continuamente están creándose de la nada por parte de la acción empresarial del ser humano, es claro que el planteamiento ético fundamental deja de consistir en cómo distribuir equitativamente "lo existente", pasando, más bien, a concebirse como la manera más conforme a la naturaleza humana de fomentar la creatividad.
¿Es posible tener códigos tan estables y consistentes cuando sólo hay jueces que compiten entre sí para desarrollarlos y aplicarlos, y no existe un gobierno y una legislatura? No sólo son posibles, sino que a lo largo de los años las mejores y más exitosas partes de nuestro sistema legal se desarrollaron precisamente de esta manera. Las legislaturas, al igual que los reyes, fueron arbitrarias, invasivas e incoherentes. Todo cuanto hicieron fue introducir anomalías y despotismo en el sistema jurídico. En realidad, el gobierno no está más calificado para desarrollar y aplicar la ley que para proveer cualquier otro servicio; y así como se separó la religión del Estado, y la economía puede separarse de él, lo mismo puede hacerse con cualquier otra función estatal, incluyendo la policía, los tribunales y la ley misma.
La filosofía de los nazistas, del Partido Nacional Socialista Alemán del Trabajo, es la manifestación más pura y completa del espíritu anticapitalista y socialista de nuestro tiempo. Sus ideas esenciales no tienen origen alemán o «ario», ni son peculiares a los alemanes de la época actual.
En este mundo no hay más que dos, y sólo dos, maneras de establecer cuáles han de ser los precios de los bienes. Una es el camino del mercado libre, en el que los precios son establecidos en forma voluntaria por cada uno de los individuos que participan en el mercado. En esta situación, los intercambios se realizan en términos de beneficio para todos los que intercambian. El otro camino es la intervención violenta en el mercado, la vía hegemónica en oposición a la contractual. Tal establecimiento hegemónico de los precios significa la exclusión de los intercambios libres y la institución de la explotación del hombre por el hombre, ya que hay explotación siempre que se efectúa un intercambio sujeto a coerción.
Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí triunfar, decidí no esperar a las oportunidades sino yo mismo buscarlas, decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución, decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis, decidí ver cada noche como un misterio a resolver, decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz. Aquel día descubrí que mi único rival no eran más que mis propias debilidades, y que en éstas, está la única y mejor forma de superarnos. Aquel día dejé de temer a perder y empecé a temer a no ganar, descubrí que no era yo el mejor y que quizás nunca lo fui. Me dejó de importar quién ganara o perdiera; ahora me importa simplemente saberme mejor que ayer. Aprendí que lo difícil no es llegar a la cima, sino jamás dejar de subir. Aprendí que el mejor triunfo que puedo tener, es tener el derecho de llamar a alguien «Amigo». Descubrí que el amor es más que un simple estado de enamoramiento, «el amor es una filosofía de vida». Aquel día dejé de ser un reflejo de mis escasos triunfos pasados y empecé a ser mi propia tenue luz de este presente; aprendí que de nada sirve ser luz si no vas a iluminar el camino de los demás. Aquel día decidí cambiar tantas cosas.... Aquel día aprendí que los sueños son solamente para hacerse realidad. Desde aquel día ya no duermo para descansar... ahora simplemente duermo para soñar.
¿La primera vez que ves a un gigante, Jon Snow? Bueno, no lo mires demasiado tiempo, son tímidos. Cuando dejan de ser tímidos se enfadan, y cuando están enfadados los he visto lanzar hombres directamente en el suelo como un martillo sobre un clavo. (Ygritte a Jon Snow)
Las personas tienen hambre de algo más que comida. Ellos anhelan distracciones. Y si no dispone de ellas, van a crearlas por su propia cuenta. Y sus distracciones son propensas a terminar con nosotros hechos pedazos. (Olenna)
Nada es imposible; hay caminos que conducen a todo, y si no tuviéramos suficiente voluntad siempre podríamos disponer de medios suficientes. A menudo no es más que una excusa cuando decimos que las cosas son imposibles.
Las personalidades de la gente, como los edificios, tienen varias fachadas. Algunas son agradables de ver, otras no.
Baelish: ¿Sabes lo que es el reino? Son las mil espadas de los enemigos de Aegon, una historia que decidimos contarnos una y otra vez hasta que nos olvidamos de que es una mentira. Varys: Pero, ¿qué nos queda una vez que se abandona la mentira? Caos, un pozo enorme, a la espera de tragarnos a todos. Baelish: El caos no es un pozo, el caos es una escalera.
Los entrenadores que se pueden esbozar juega en un tablero negro son una moneda de diez centavos por docena. Los que ganan el interior de su reproductor y motivan.
Soy un actor, no una estrella. Las estrellas son las personas que viven en Hollywood y tienen piscinas en forma de corazón.
Las obras de Shakespeare son más violentas que Scarface.
Cómo pensamos se muestra a través de nuestra forma de actuar. Las actitudes son espejos de la mente. Ellas reflejan el pensamiento.