Las mujeres tienen infinitamente más tiempo libre que los hombres: ellas no están ocupadas todo el día persiguiendo mujeres.
Todos tenemos un amigo pesado en Tuenti que nos habla todo el rato por el chat. Si no lo tienes, es que eres tú.
El verdadero amor no se reduce a lo físico, ni a lo romántico. El verdadero amor es la aceptación de todo lo que el otro es, de lo que ha sido, de lo que será y de lo que ya no es.
Y yo desnudo en la piscina. Las madres me miraban mal y llamaron a la policía. Todo muy raro. No sé porque lo llaman piscina de bolas, no voy más.
La esperanza es el único bien común a todos los hombres; los que lo han perdido todo, la poseen aún.
No tengo que hacer nada para que me quieran (el amor de la madre es incondicional). Todo lo que necesito es ser su hijo. El amor de la madre significa paz, no hace falta conseguirlo, ni merecerlo.
Hacer el amor implica una conexión con el amor que no se da todo el tiempo, ni siquiera entre dos personas que se aman.
No es lícito querer devolver y restituir lo que el amor da: en el mar del amor debe estar ahogado todo instinto de restitución.
En el amor no existen reglas. Podemos intentar guiarnos por un manual, controlar el corazón, tener una estrategia de comportamiento... Pero todo eso es una tontería.
Sólo aquel que se dedica a una causa con todas sus fuerzas y alma puede ser un verdadero maestro. Por esta razón el dominio exige todo de una persona.
Hay dos maneras de vivir: se puede vivir como si nada fuera un milagro; se puede vivir como si todo fuera un milagro.
La gente crea sus propias preguntas, porque tienen miedo a mirar de frente. Todo lo que tienes que hacer es mirar de frente y ver el camino, y cuando lo veas, no te sientes mirando el camino -camina.
El amor es un símbolo de eternidad. Se borra la noción del tiempo, destruyendo la memoria de un principio y todo temor de un final.
Ella camina con belleza, como la noche. De climas nublados y cielos estrellados. Y todo lo mejor de oscuro y brillante. Se reune en su aspecto y en sus ojos.
No es un crimen ser un ignorante en ciencia económica, que es, después de todo, una disciplina especializada, además considerada por la mayor parte de la gente como una ciencia lamentable. Pero sí es totalmente irresponsable tener una opinión radical y vociferante en temas económicos mientras que se está en ese estado de ignorancia.
Mi propia preferencia es por el tipo de instituciones económicas que se han llamado, creo que por Robert LeFevre, agóricas. Bajo las instituciones agóricas casi todo el mundo trabaja por cuenta propia. En lugar de la corporación existen grandes grupos de emprendedores relacionados por el comercio, no por la autoridad. Cada uno vende, no su tiempo, sino lo que su tiempo produce.
Creo que aunque hay ciertas tareas importantes que por motivos especiales son difíciles de realizar bajo instituciones estrictamente de propiedad privada, estas dificultades son teóricas, y pueden ser solucionables en la práctica. Sostengo que no hay ninguna función adecuada para el gobierno. En este sentido soy un anarquista. Todo lo que el gobierno hace puede ser clasificado en dos categorías: aquello que podemos suprimir hoy y aquello que esperamos poder suprimir mañana. La mayor parte de las funciones gubernamentales pertenecen al primer tipo.
No soy principalmente un paladín del capitalismo, sino del egoísmo; y no soy principalmente un paladín del egoísmo, sino de la razón. Si uno acepta la supremacía de la razón y la aplica consistentemente, todo el resto sigue.
La abrumadora mayoría de partidarios del estado no son estatistas filosóficos, es decir, sólo por el hecho de haber pensado en el asunto. La mayoría de la gente no piensa mucho en cuestiones filosóficas. Se limitan a vivir su vida diaria, y eso es todo. Así que gran parte del apoyo tiene su origen en el solo hecho de que el estado existe y ha existido siempre, en la medida de lo uno puede recordar (que generalmente no va más allá del período de su propia vida). Es decir, el mayor logro de los intelectuales estatistas es haber cultivado la pereza intelectual (o la incapacidad) natural de las masas y nunca haber permitido que el tema fuera objeto de un debate serio. El estado es considerado como parte intocable del tejido social.
A veces necesitas poner una sonrisa en la cara y dejar todo el sufrimiento de lado, porque al final... Cada día es un nuevo día.
Aprendí a apartar de mi todo lo que me hace daño. Mi corazón llama a esto egoísmo pero mi razón lo llama amor propio.
Robert estaba loco, golpeó sus manos ensangrentadas contra la pared. Todo lo que hacen los hombres es para demostrar que les importas. (Cersei)