Frases con doble sentido

Lo comprado al precio de muchos ruegos, es caro.

Después de saber cuándo debemos aprovechar una oportunidad, lo más importante es saber cuándo debemos renunciar a una ventaja.

El acento es el alma del discurso.

Sentía la soledad de muerte que llega al cabo de cada día de la vida que uno ha desperdiciado.

El suicidio es una bancarrota fraudulenta.

El que muriera no prueba que hubiese vivido.

El único momento de una obra es aquel en que la escribimos.

Las sensaciones no son las únicas integrantes de la experiencia. Los pensamientos son tan experimentales como las sensaciones, y tan vitales para la experiencia.

El llanto es tan saludable como el sudor y más poético.

Si nada es evidente de por sí, nada es comprobable, y si nada es obligatorio por sí mismo, nada es obligatorio en absoluto.

Las obras se tienen medio terminadas cuando se han comenzado bien.

¡Cuán querida es de todos los corazones buenos su tierra natal!

Las obras no se acaban, se abandonan.

En circunstancias especiales, el hecho debe ser más rápido que el pensamiento.

La furia con que el mundo actual busca el placer prueba que carece de él.

Un capricho se diferencia de una gran pasión en que el capricho dura toda la vida.

¿Qué importa errar lo menos quien ha acertado lo más?

En todas las tierras el sol sale al amanecer.

La realidad objetiva acaba de evaporarse.

Seas parco en elogiar, y más parco todavía en vituperar.

Lo que no ha pasado a mediodía puede pasar por la noche.

Un favor bien retribuido es tan maravilloso como el honor, para el que lo confiere y el que lo recibe.

La ley del mundo es aprovecharse de los otros, si no queremos que los otros se aprovechen de nosotros.

Cuanto más nos inclina la naturaleza a los placeres, tanto más propensos somos a la licencia que a la decencia.

He aprendido a no intentar convencer a nadie. El trabajo de convencer es una falta de respeto, es un intento de colonización del otro.

Lo que se mueve por sí mismo es inmortal.

Cuando el peligro parece ligero, deja de ser ligero.

Haceos con amigos dispuestos a censuraros.

El que quiera azul celeste, que se acueste.

La fama es un trozo de nada que el artista agarra al vuelo sin saber por qué.