Palabras de aliento | Voltaire
Palabras de aliento | Madre Teresa de Calcuta
Palabras de aliento | Sócrates
Si me hubiese quedado tranquilo en mi casa en vez de irme a sufrir por el mundo, ¡no me habría ahorrado pocas penas y pocos zapatos!
Palabras de aliento | Henrik Johan Ibsen
Palabras de aliento | Thomas Carlyle
Palabras de aliento | Miguel de Unamuno
Si queremos un mundo de paz y de justicia hay que poner decididamente la inteligencia al servicio del amor.
Palabras de aliento | Antoine de Saint-Exupery
Palabras de aliento | Leonardo Da Vinci
Palabras de aliento | Santiago Rusiñol i Prats
Palabras de aliento | Quintiliano
Palabras de aliento | W. C. Fields
Palabras de aliento | Proverbio húngaro
El hombre puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de fuera. Pero sufrir por propias culpas, ésa es la pesadilla de la vida.
Palabras de aliento | Oscar Wilde
Para tener buena salud lo haría todo menos tres cosas: hacer gimnasia, levantarme temprano y ser persona responsable.
Palabras de aliento | Oscar Wilde
Palabras de aliento | José Martí
Palabras de aliento | Henry Ford
Palabras de aliento | Epicteto de Frigia
Palabras de aliento | André Maurois
Palabras de aliento | Proverbio armenio
Quien no es capaz de desprenderse de un tesoro en un momento de necesidad es como un esclavo encadenado.
Palabras de aliento | J. R. R. Tolkien
Palabras de aliento | Rabindranath Tagore
Palabras de aliento | Barón de Holbach
Palabras de aliento | Luis de Góngora
Dios, que muestras nuestras lágrimas a nuestro conocimiento, y que, en su inmutable serenidad, nos parece que no nos tiene en cuenta, ha puesto él mismo en nosotros esta facultad de sufrir para enseñarnos a no querer hacer sufrir a otros.
Palabras de aliento | George Sand
Palabras de aliento | Amado Nervo
Palabras de aliento | San Agustín
La fatalidad no pesa sobre el hombre cada vez que hace algo; pero pesa sobre él, a menos que haga algo.
Palabras de aliento | Gilbert Keith Chesterton
No confíes tu secreto ni al más íntimo amigo; no podrías pedirle discreción si tú mismo no la has tenido.
Palabras de aliento | Ludwig van Beethoven