Palabras de aliento

La soberanía del hombre está oculta en la dimensión de sus conocimientos.

Las convicciones son más peligrosos enemigos de la verdad que las mentiras.

Más vale un toma que dos te daré.

El medio más fácil para ser engañado es creerse más listo que los demás.

El perfume anuncia la llegada de una mujer y alegra su marcha.

Si tu llamas experiencias a tus dificultades y recuerdas que cada experiencia te ayuda a madurar, vas a crecer vigoroso y feliz, no importa cuán adversas parezcan las circunstancias.

Los perros tienen pulgas, las personas tienen problemas.

Logro resistirlo todo, salvo la tentación.

A veces sucede así en la vida: cuando son los caballos los que han trabajado, es el cochero el que recibe la propina.

Ante cualquier desavenencia no caigamos en el error de dudar o bien de su inteligencia, o de su buena voluntad.

Si existiera algo que quisiéramos cambiar en los chicos, en primer lugar deberíamos examinarlo y observar si no es algo que podría ser mejor cambiar en nosotros mismos.

La mayor parte de los hombres son capaces más bien de grandes acciones que de buenas acciones.

Las muchas promesas disminuyen la confianza.

No debes quejarte de la nieve en el tejado de tu vecino cuando también cubre el umbral de tu casa.

Las cosas no cambian; cambiamos nosotros.

Todos los hombres nacen iguales, pero es la última vez que lo son.

La simpatía, pasión animal, es también una pasión egoísta. Pero no deja de ser nuestra mejor oportunidad para evadirnos del egoísmo.

Ahora empiezo a meditar lo que he pensado, y a verle el fondo y el alma, y por eso ahora amo más la soledad, pero aún poco.

Si un hombre fuese necesario para sostener el Estado, ese Estado no debería existir; y al fin no existiría.

Cuando los abusos son acogidos por la sumisión, no tarda en convertirlos en leyes la potencia usurpadora.

Si os halláis precisado a oponeros al dictamen de otro, hacedlo.

Hay mucha gente en el mundo, pero todavía hay más rostros, pues cada uno tiene varios.

Es fácil esquivar la lanza, mas no el puñal oculto.

El hombre absurdo es el que no cambia nunca.

Tener no es poseer. Puede tenerse aquello que no se desea. Posesión es tener y disfrutar lo que se tiene.

Son más instructivos los errores de los grandes intelectos que las verdades de los mediocres.

Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar.

Las vanas pretensiones caen al suelo como las flores. Lo falso no dura mucho.

La respuesta más rápida es la acción.

Caminante no hay camino, se hace camino al andar.